En su condición de jugador franquicia puede permitirse ciertas libertades; como pedir de forma educada, y el «sí» como única respuesta posible, que la franquicia comparta con él sus planes de futuro… si es que realmente los tienen. Jimmy Butler está dispuesto a seguir siendo la insignia de los Chicago Bulls, pero exige transparencia.
Así están las cosas, según fuentes de Carlos Douglas Jr., del Chicago Chronicle, ante la inminente reunión que habrá entre alero y franquicia. A Butler le quedan todavía dos años más de contrato y un tercero con opción de jugador. Sin embargo, el traspaso lleva tiempo siendo una opción manejada si la reconstrucción se convierte, en un momento dado, en el bandazo por el que apuestan en la Windy City.
Escenario
Hace unos días, sin embargo, parecía que a corto plazo se decantaban por la continuidad del proyecto. En Chicago confirmaban un año más a Fred Hoiberg y hacían público su interés por la permanencia de Rajon Rondo. Wade se mantiene como la incógnita por despejar.
Mientras, la agencia libre es un misterio del que poco se habla todavía en los Bulls.
Disponen de una elección de primera ronda (18º) para este Draft, mientras que en la plantilla conocida cuentan con jugadores jóvenes que podrían dar un salto en calidad e importancia (Portis, Valentine, Grant, Payne), otros con los que no se sabe bien que pasará (Robin López, Mirotic, Carter-Williams, Morrow), y un margen salarial que no invita al optimismo a la hora de atraer a grandes agentes libres, por lo que los traspasos en forma de trueque sería una obligación.
Calígine en Chicago. Butler activa las antiniebla.