Los Thunder quieren renovar a Serge Ibaka y a James Harden este verano

El presente de los Thunder es prometedor. Claros candidatos al anillo tras quedarse a las puertas de las Finales en los pasados Playoffs al caer ante Dallas, el equipo entrenado por Scott Brooks ha conseguido armar un bloque joven, pero con suficiente talento para aspirar a todo.

Tras amarrar el futuro de sus dos All-Stars, Kevin Durant y Russell Westbrook, ambos con contrato hasta el final de la temporada 2015-16, el objetivo confeso de Oklahoma City es conseguir renovar a sus dos principales escuderos.

James Harden, indiscutible favorito al premio de mejor sexto hombre del año al promediar 16.9 puntos y 4.1 rebotes por partido, y Serge Ibaka, serio candidato a suceder a Dwight Howard como mejor jugador defensivo, y mejor taponador de la NBA con 3.6 gorros de media, acaban contrato en 2013. El convenio vigente permite a los Thunder negociar la renovación de ambos jugadores al final de la presente temporada.

El gasto salarial en la temporada 2013-14, primera en la que entraría en vigor un nuevo contrato de Harden e Ibaka, dejará algo de espacio para sus renovaciones. Ambos jugadores, en clara línea ascendente desde su llegada a la NBA, aspirarán a mejorar claramente sus actuales salarios. En sus año final de contrato, Harden cobrará cerca de $6 millones, por algo más de $2 millones en el caso de Ibaka.

Oklahoma City tendrá en la temporada 2013-14 más de 31 millones de dólares reservados a Durant y Westbrook, y a otros tres jugadores aún bajo contrato: Kendrick Perkins (cerca de $8.5 millones), Thabo Sefolosha ($3.9 millones) y Nick Collison (algo más de $2.5 millones). Los jóvenes Cole Aldrich, Reggie Jackson y Lazar Hayward también tienen contrato, pero sólo si la franquicia acepta activar las opciones que disponen para esa temporada.

De esta forma, y sin contar a estos tres últimos jugadores, los Thunder tienen ya garantizados algo más de $46.5 millones en sueldos de cara a la temporada 2013-14. El tope salarial para entonces es una incógnita (se sabe que el de la temporada 2012-13 no variará los algo más de $58 millones de la presente) pero, asumiendo que no habrá ningún cambio brusco, dejará a Oklahoma City más de $10 millones para reforzar la plantilla, incluyendo las renovaciones de Harden e Ibaka.

«Tenemos ganas de tener estas negociaciones», declaraba sobre el tema el GM de los Thunder, Sam Presti, a Yahoo! Sports. «Esos chicos son jugadores que hemos drafteado y que hemos desarrollado internamente. Les vemos como jugadores importantes para sostener al equipo».

Un asistente de General Manager, citado también por Yahoo! Sports, valoraba el valor de Harden en el mercado en torno a los $10 millones de dólares anuales, una cifra que obligaría a los Thunder, si le firmaran por un contrato similar, a hacer un gran sacrificio para renovar también a Ibaka. Uno de los grandes dolores de cabeza de las franquicias en la temporada 2013-14 será el endurecimiento del impuesto de lujo, previsto en el nuevo convenio, que penalizará aún más a los equipos que gasten más de la cuenta.

En esta situación, uno de los grandes comodines de los que disponen los Thunder es Kendrick Perkins. Cuando llegue la temporada 2013-14, el pivot tendrá aún dos años más de contrato, con más de $17.5 millones garantizados. Pese a que Perkins es titular indiscutible, y una importante pieza en el engranaje defensivo de Oklahoma City, el potencial de Harden e Ibaka podría convencer al equipo de aceptar un traspaso o incluso ejercer la cláusula de amnistía de cara a desprenderse del contrato de Perkins, crear espacio salarial y renovar en mejores condiciones a sus dos jóvenes candidatos a estrellas.

En ese aspecto, uno de los principales problemas con los que se encontrarán los Thunder es convencer a ambos jugadores de seguir asumiendo un rol secundario ante el indiscutible liderazgo de Durant y Westbrook, especialmente en el caso de James Harden. El escolta ha demostrado tener nivel suficiente para ser algo más que el tercer mejor jugador de un equipo NBA. Eso sí, aún en el caso que Harden e Ibaka no renueven y salgan al mercado al final de su contrato, en la temporada 2012-13, los Thunder tendrán la sarten en el mango para retenerles al ser agentes libres restingidos.


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