La etapa de Paul Silas en Charlotte ya es, literalmente, historia. Los Bobcats anunciaron este lunes que el veterano entrenador no seguirá como técnico del equipo, aunque continuará vinculado a la franquicia en un puesto aún indeterminado en calidad de asesor. En el comunicado emitido por Rod Higgins, presidente del equipo, ya se apuntaba que la busqueda de un sustituto para Silas empezará de forma inmediata, y los primeros nombres ya han salido a la luz.
Uno de los nombres más comentados, incluso antes de la confirmación de la marcha de Silas, era la de Nate McMillan. El ex-técnico de los Blazers mantiene una buena relación con el General Manager de los Bobcats, Rich Cho, con quien ya coincidió en Portland. Aún así, y pese a ser nativo de North Carolina (estado de los Bobcats), el periodista de Yahoo! Sports Adrian Wojnarowski afirmaba que el interés de McMillan por entrenar en Charlotte es, en este momento, bastante remoto.
Sports Illustrated apuntaba más nombres entre los candidatos que los Bobcats podrían considerar para reemplazar a Silas. El más llamativo, más por su pasado como su jugador que como su carrera como entrenador, es Patrick Ewing. El actual asistente de Stan Van Gundy en Orlando ya estuvo cerca de ser elegido para ocupar el cargo de entrenador cuando Larry Brown fue cesado en diciembre de 2010, pero Michael Jordan, propietario del equipo, acabó decidiéndose por Paul Silas. Ewing, quien aún no ha estado al frente de un equipo NBA en su carrera como entrenador, coincidió con Jordan en su época de jugador en la selección estadounidense en los JJOO de 1984 y 1992, ambos resueltos con el oro.
Otros nombres propuestos por el citado medio son Steve Clifford, otro asistente en Orlando, y Eric Musselman, subcampeón esta temporada de la D-League con los Los Angeles D-Fenders, y con pasado en los Kings. El propio Rod Higgins, pero, apuntaba ayer en rueda de prensa otro nombre: Stephen Silas. El ex-asistente de Don Nelson en Golden State ya dirigió varios partidos de los Bobcats esta temporada por decisión de su propio padre, el ya retirado Paul Silas, quien afirmó que no tiene intención de volver a aceptar un trabajo como entrenador.