Era parte de la estrategia fallida de los angelinos, meter presión popular a New Orleans para que no quedara otra que aceptar su propuesta
No es ningún secreto a estas alturas que una porción de la estrategia de los Lakers en las negociaciones por Anthony Davis consistió en hacer saber a la opinión pública de la entidad de sus intenciones. El alto mando angelino quiso dotar de una presión extra a su interlocutor, New Orleans, poniendo en conocimiento de todo bicho viviente que estaban tirando la casa por la ventana para conseguir a Davis. Cómo iban a soportar la presión en los Pelicans y rechazar todo el talento joven que estaban ofreciendo los Lakers. Más aún cuando Davis había pedido irse y la posición negociadora de New Orleans era todo menos idílica… Pues lo hicieron, aguantaron, despeñando la estrategia púrpura y oro, que se quedó sin traspaso y con más problemas de los que hubieran deseado para sacar buenos resultados en la pista.
No es ningún secreto, como decimos, pero ahora es algo vox populi ya hasta por parte de los Pelicans. Según pudo informar el periodista Shams Charania (The Athletic), en New Orleans indican que Magic Johnson y los Lakers fueron los responsables de que el contenido de las negociaciones fuera de dominio público prácticamente cada día.
«Colgábamos el teléfono (con los Lakers) y un minuto más tarde, las ofertas ya salían a la luz pública», pudo reconocer a Charania una fuente interna de los New Orleans Pelicans.
Los Lakers jugaron sus cartas debajo de la mesa también, aunque, en último término, esa presión extra dirigida a los Pelicans no funcionó como Magic y Rob Pelinka esperaban.
Es cierto que la opinión pública se echó encima de Dell Demps (ya despedido) y de la franquicia de Luisiana. ¿De veras iban a rechazar un paquete de oro y brillantes como el de los Lakers que incluía a Lonzo Ball, Brandon Ingram y Kyle Kuzma? Así lo hicieron, se supone que esperando comprobar hasta dónde puede llegar la oferta de los Boston Celtics el próximo verano.
Táctica fallida en Los Angeles a pesar de jugar todas las cartas posibles.
(Fotografía de portada: Kevork Djansezian/Getty Images)