Los Houston Rockets planean extender el contrato de James Harden por segunda vez en los últimos dos veranos. Un movimiento nada usual en los ciclos contractuales de la NBA pero que a buen seguro quieren llevar a cabo en Texas para prevenir que su jugador franquicia se sienta tentado de unirse a uno de los súper conjuntos que pueden investirse este mismo verano. Y de paso, Houston gana importancia de cara a reclutar agentes libres este mismo verano.
Con su vinculación actual, Harden tiene contrato garantizado hasta la temporada 2018-19 —28 y 30 millones las dos próximas campañas—; y una player option para la siguiente que a buen seguro rechazaría para poder ganar más dinero con una nueva oferta de contrato. Pero parece que Harden no tendrá opción de llegar a esa fecha con sus millones en el aire. Según ha publicado el diario The Houston Chronicle este martes, los Rockets planean ofrecer a Harden una nueva proposición de contrato «a la primera oportunidad que tengan».
Miembro de All-NBA
Recordemos que haber entrado en los mejores quintetos de la temporada 2016-17, concretamente en el primer equipo All-NBA, hace que Harden tenga opción de renovar por un máximo contractual superior al que le correspondería en caso de no haber alcanzado ese objetivo individual. En esa nueva escala salarial que se movería el base de los Rockets se contemplarían cuatro años de contrato y alrededor de 168 millones de dólares (42 millones de promedio por temporada).
De esa manera, James Harden pasaría a ser uno de los jugadores mejor pagados de la competición, esfera en la que ya se encontraba ahora mismo con sus casi 30 millones ganados por ejercicio. No obstante, la nueva extensión de contrato que firmase este verano entraría en vigor a partir del verano de 2019. Hasta entonces, tendrá que cumplir la que ya poseía y no es posible desechar.