La salida de Jonathon Simmons de San Antonio Spurs, y más tras conocer que en Orlando percibirá unos 18 millones de dólares por tres temporadas, ha extrañado mucho a liga y especialistas.
La rareza de la situación se debe a que desde un primer momento se informó que los de Texas tenían planeado mantenerle en el equipo, algo que saltó por los aires cuando le retiraron la oferta cualificada horas antes de que firmase con los Magic.
Pese a que verle cambiando de aires siempre fue una posibilidad, se daba por hecho que esta situación llegaría por su deseo legítimo de conseguir un mejor contrato. No parece haber sido así.
En cuanto se abrió la agencia libre se empezó a hablar de que los Spurs le ofrecerían unos 9 millones por año, contrato que se suponía rechazado por el jugador y que en cualquier caso superaba en tres millones anuales al que finalmente ha logrado.
La razón para que Simmons tomase una determinación que en principio parece ir contra sus intereses –en San Antonio tenía más millones y opciones de anillo–, sería, según informa Casey Keirnan de NBC San Antonio, que nunca tuvo una oferta tal por parte de la franquicia de Texas; es decir, su única opción en el equipo que ha disputado las dos últimas campañas se habría quedado en una oferta cualificada de 1,7 millones de dólares.
Apuesta arriesgada
San Antonio quería que Simmons continuase sí, pero al menor coste posible. El plan, visto desde el ahora, parecía ir encaminado a que el alero aceptase la oferta cualificada, lo cual les hubiese dado la posibilidad de convertirlo en agente libre restringido en verano de 2018. Además, hubiesen maximizado el espacio salarial para el próximo curso. Esto último lo han logrado, pero el pago final ha sido perder a Simmons.