Jugaban su última bala del partido los Cleveland Cavaliers. Con poco más de diez segundos por delante y una desventaja de tres puntos —tras el majestuoso triple de Kevin Durant—, ocurrió una de esas anécdotas curiosas dentro de uno de los mejores partidos de las últimas temporadas.
LeBron James recibió el balón para intentar empatar el partido. Fenomenalmente encimado por Andre Iguodala, el alero de Akron perdió el balón por el camino y propinó, de manera totalmente fortuita, un golpe de pierna en las partes más innombrables de su rival.
Parece que la zona en cuestión está bastante bien acordonada por el jugador de Golden State, ya que Iguodala ni siquiera se quejó del lance. El alero de los Warriors sí recibió un jocoso mensaje en Twitter, de parte de su excompañero en la Bahía, Marreese Speights.
@andre hopefully you can have more kids
— Marreese Speights (@Mospeights16) June 8, 2017
La acción no dejó de ser un lance, insistimos, fortuito del juego y estuvo lejos de cualquier tipo de intencionalidad. De hecho, el propio Iguodala alegó después del encuentro no haber sentido el contacto de James en sus latitudes más vulnerables.