En las últimas semanas se han dado varias canastas de este tipo, pero no por ello dejan de impresionar al que las ve. Con sólo un segundo para llegar al descanso, Kyle Lowry recibió el balón y desde su propio campo lanzó un lejanísimo triple que acabaría convirtiéndose para el júbilo del banquillo de los Raptors.