Bazemore: «A Howard se le ve hambriento»

Kent Bazemore es uno de esos jugadores que se han ganado a pulso su lugar en la NBA. Tras tres temporadas siendo esencialmente una pieza de banquillo, el pasado curso disfrutó como alero titular de los Hawks para demostrar que merece ser considerado como elemento importante de cualquier franquicia.

Así, tras cerrar el año con un promedio de 11,6 puntos, 5,1 rebotes, 2,3 asistencias y 1,3 robos, aportando además un 44.1% en tiros de campo y un 35.7% en triples, recibió el interés de varios equipos para hacerse con sus servicios –incluidos unos Rockets que fueron con todo–; sin embargo, su decisión siempre fue la de permanecer en Atlanta, donde acabó firmando por 4 años y 70 millones de dólares.

«Durante la temporada ya había dejado claro que quería seguir. Tras vivir una temporada así, viéndote involucrado en la organización y con el entrenador, es difícil salir. Siento que mi techo es más alto por lo cómodo que estoy aquí. Mi esposa es feliz aquí. Con otros equipos existía incertidumbre o estaban en reconstrucción», explica en una entrevista concedida a Alex Kennedy de Basketball Insiders antes de admitir que Houston le hizo dudar un poco.

«La reunión con Houston fue suerrealista. Entras y ves a Hakeem Olajuwon, Clyde Drexler, James Harden, el propietario y el general manager. La presentación la hicieron aquí, en Atlanta, y me di cuenta de que quería quedarme con los Hawks. Aun así, intentaron convencerme y casi lo consiguen. Al final sabes que has rechazado una opción sólida para jugar con James Harden, que es un gran jugador, pero si hay algo que quiero hacer más este año es tener el balón en las manos. Entiendo que los Rockets son el equipo de James, así que lo mejor era permanecer aquí», expresa.

Pese a rechazar un cambio de aires pensando en un mayor protagonismo, Bazemore tiene claro que la llegada de Dwight Howard a Georgia supone un giro en términos de sistema, ya que el exjugador de Houston acaparará gran parte del juego mientras que piezas que lo hacían antes –Jeff Teague y Al Horford– se han ido.

«Las pérdidas de Al y Jeff son un golpe, pero desde la organización sé que estaban buscando una nueva dirección. Se han decidido por un base más joven, Dennis Schröder, que se orienta más hacia la defensa. Trajeron a Dwight Howard, que es uno de los pívots más dominantes de todos los tiempos y se le ve hambriento. Esta es una situación diferente para él, ya que al contrario que en Los Angeles y Houston, este va a ser su equipo. Vamos a trabajar en jugadas para él».

Margen de mejora

Sin marcarse una meta exacta, Bazemore no duda a la hora de señalar que aún está lejos de su tope en la liga y que el hecho de haber firmado un gran contrato no le hará relajarse.

«Tengo toneladas de margen. Soy la persona más crítica conmigo. Este contrato me ha motivado para ser mucho mejor. Hay niveles por delante: All-Star, ser una súper estrella, estar en la charla por el MVP… Puede parecer exagerado, pero creo que trabajando así todo lo que queda es progresar. Conozco un montón de chicos que consiguen su cheque y se relajan, pero no va a ser mi caso».


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