Las Finales del Oeste tuvieron todos los ingredientes de una eliminatoria para el recuerdo. Los ganadores de los últimos tres premios de MVP, cinco All-Star recientes, sorpresas, remontadas y, por supuesto, un dramático séptimo partido. La magia del Game 7, sumada al hecho de que el partido defintivo entre Warriors y Thunder se disputara en un día festivo en Estados Unidos (Memorial Day), dio una audiencia televisiva de récord.
Según un comunicado de Turner, la corporación que tiene los derechos de las Finales del Oeste, el séptimo partido promedió 15,5 millones de espectadores en Estados Unidos, convirtiendo esta cita en la retransmisión más vista de la historia de la NBA emitida por cable. Además, fue también el programa más visto en 28 años de historia de TNT, el canal nacional en el que se emitió el partido.
Monday ratings: Warriors-Thunder: 15.9 million viewers, TNT record and biggest #NBA game on cable; against it, #Roots Part 1: 5.3 million.
— Gary Levin (@GaryMLevin) May 31, 2016
Los buenos datos de esta eliminatoria, eso sí, contrastan con la pobre audiencia de las Finales del Este por ESPN. La poca igualdad en la mayoría de los partidos entre Cavaliers y Raptors y la presencia de un equipo canadiense rebajó el interés de la audiencia estadounidense. Eso sí, la NBA y sus socios televisivos tienen motivos para ser optimista ante el comienzo el próximo jueves de las Finales NBA entre los Warriors de Stephen Curry y los Cavaliers de LeBron James, emitidos en abierto por ABC.
El nuevo contrato televisivo de la NBA, de nuevo con Turner y ESPN, está valorado en $24.000 millones y 9 años. Una abundante fuente de ingresos que tendrá también como consecuencia un considerable aumento del tope salarial de la liga, que podría subir de $70 millones a $90 millones (según previsiones) el próximo verano.