En el campo ofensivo es casi intachable y poco se le puede objetar. Pero en el plano opuesto, a la hora de dar la talla en defensa, la falta esfuerzo y sobre todo la ausencia de actitud de James Harden, es a veces es tan evidente que resulta insoslayable. Puede que algo de ello tenga que ver con la situación de los Rockets, como el 5º peor conjunto defensivo de la liga con 106,3 puntos recibidos por partido.
En la victoria de anoche ante los Knicks, si bien estuvo notable en ataque (aunque con 0/7 en triples) con 26 puntos, volvió a hacer de las suyas en defensa. Un contrataque, pocas ganas de estorbar y Jason Terry como excusa, para permitir a Lance Thomas machacar a placer.
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