Stephen Curry tuvo que perderse dos encuentros con los Warriors debido a una fuerte contusión en la pierna. Y fue regresar a la cancha y recibir un impacto justamente en esa misma zona.
Pasadas dos noches de aquello, al base le esperaban los Lakers. Curiosamente, ante los angelinos se repitió la historia y también volvió a darse un golpe en la parte afectada. Curry acabó cojeando y con un dolor notable que el mismo jugador no se molestaba en ocultar.
Tras el partido de los Lakers, Curry fue preguntado sobre si habrá más descanso ante el miedo de volver a llevarse un tercer golpe en la zona lesionada. Y el point-guard no pudo ser más contundente al respecto:
«Probablemente se necesiten unas cuatro semanas para curarme del todo, pero no voy a parar cuatro semanas. Lo que tengo que hacer es encontrar la manera de proteger la zona lesionada cuando estoy en cancha y seguir jugando».
¿Problemas a largo plazo?
Ahora Curry se siente con confianza para jugar con dolor. El problema puede crearse si esas molestias se convierten en un compañero de viaje permanente y prolongado en el tiempo, situación que ya podría ser más preocupante una vez pasen las semanas y el periodo de Playoffs se acerque.
«Es frustrante, molesto y cualquier otro adjetivo que queramos ponerle», añadió Curry ante los medios. «A largo plazo, no creo que sea algo de lo que tenga que preocuparme, sólo se trata de jugar sobrellevando una lesión. Estoy tomando todo tipo de medicaciones [antiinflamatorios], pero cuando estoy en cancha no estoy preocupado por ello.