Llegar a las 30 victorias por primera desde la temporada 2007-08 se queda algo corto para Sacramento Kings, más contando en sus filas con DeMarcus Cousins y Rajon Rondo, dos jugadores que eran señalados como los que debían devolver a la franquicia de la capital de California a los playoffs.
Con el futuro del pívot en entredicho, no por su nivel deportivo o porque se acabe su contrato, sino por la posibilidad de dar un giro a un equipo que parece necesitar sabia nueva, queda igualmente por conocer las intenciones de Rondo.
El caso del base es distinto. Esta ha sido su primera temporada en el equipo, y lo cierto es que pese a que no se han logrado los objetivos colectivos, él sí que ha dejado un buen sabor de boca en Sacramento.
Para empezar, ha evitado las lesiones y suma ya 70 partidos jugados, cifra que no alcanzaba desde el curso 2009-10. En cuanto a sus números, 11,8 puntos, 11,7 asistencias y 6 rebotes, está sin duda al gran nivel que mostró en Boston cuando estos jugaron sus dos últimas finales.
Con esos datos, ha sido cuestionado sobre su futuro y el del equipo: «No sé porque nos hemos comido un año así, pero lo hicimos y esto hará que el próximo año lo hagamos mejor», expresa en declaraciones a Sean Cunningham de ABC10 dejando entrever que si intención es continuar.
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Siendo agente libre sin restricciones de cara al verano que se aproxima, Vlade Divac –recientemente renovado–, debe decidir si apuestan por él y cuánto deben poner sobre la mesa. En mi opinión, dudo que los Kings encuentren un base mejor.
