Danny Ainge es uno de los grandes ejecutivos de la NBA. Ha tenido que lidiar con un montón de operaciones, muchas de las cuales podrían calificarse como estratégicas o de alta dificultad. Pero en la mente de Ainge el traspaso de Isaiah Thomas a los Cavaliers ha sido la decisión más complicada que ha tenido que tomar.
“Definitivamente, ha sido la decisión más difícil que jamás he tomado. Dentro del mejor interés para todas las partes, yo no comparto todos los motivos para el traspaso”, empezó diciendo Ainge en una entrevista para Boston Globe. Pero al final del todo lo que sentí es que se trataba de la decisión correcta para nuestra franquicia. Ha sido un proceso denso y complicado. No fue tan simple como la gente se cree que es”.
“Habiendo sido un jugador profesional durante 18 años, y habiendo sido traspasado un par de veces; también habiendo firmado como agente libre; entrenando a equipos campeones; y por último siendo un ejecutivo durante todo este tiempo, creo que tengo bastante empatía sobre ese tipo de emociones y sentimientos. Y comprendo bien lo real que es para los jugadores y sus familias. Tengo todo eso en mente, y no es fácil tampoco para los ejecutivos que invierten muchas cosas en los jugadores”, siguió.
Amistad con los jugadores
Ainge explicó que “también hay que saber que no es sencillo para la gente que trabaja en las oficinas de la franquicia, porque se acaban convirtiendo en amigos de los jugadores. Esa es la realidad que veo y es lo que convierte cualquier traspaso en un reto. Pero es parte del mundo en el que vivimos, son cosas que tienen que pasar. Tienes que hacer lo mejor para la franquicia. Ella es más grande que todos nosotros. Más grande que cualquier individuo”, dijo.