Respiran tranquilos los Golden State Warriors. Draymond Green no padece una lesión de gravedad después de terminar con molestias en su rodilla izquierda el partido inaugural de la temporada 2017-18 ante Houston.
Como ha podido hacerse eco el periodista Chris Haynes (ESPN), Green fue sometido a una resonancia magnética, este pasado miércoles, que reveló que no existe lesión de gravedad en la articulación del ala-pívot y alma emocional del vigente campeón de la NBA.
A pesar de no tener que lamentar males mayores, Green podría estar de baja uno a varios partidos, por lo que su disponibilidad para el partido de este viernes ante New Orleans es de momento una incógnita.
El actual Mejor Defensor del Año empezó a sentir molestias en su rodilla tras una penetración en el choque ante Rockets, en el tercer cuarto del encuentro.
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Ya al término del partido, los servicios médicos de los Warriors vislumbraron que Green tenía una pequeña torcedura en la rodilla, pero las pruebas posteriores han descartado una cuestión grave.
