Apenas habían trascurrido dos minutos y medio del tercer cuarto cuando, con 57-65 para los Knicks ante Brookly, New York pidió tiempo muerto al intentar arrancar un ataque. Un poco fuera de la imagen, Kristaps Porzingis cojeaba rumbo al banquillo. Y de ahí, rumbo al vestuario, para no regresar. Su rodilla izquierda daba el susto de la noche en un percance que según las primeras informaciones de periodistas como Ian Begley, de ESPN, no reviste excesiva gravedad. En ese sentido, informa el propio Begley de que lo que sucedió con Porzingis a la vuelta del descanso fue un agravamiento de la torcedura que se hizo en la primera mitad.
Los doctores reevaluarán al letón este viernes, aunque el propio jugador declaró a las medios tras la ducha que no siente dolor importante en la zona y que se mantiene en píe por sí mismo, lo que es una buena señal.
Courtney Lee scored a season-high 27 PTS to help the @nyknicks hold off the @BrooklynNets and pull out the win!#Knicks pic.twitter.com/T8Gve0Udyg
— NBA (@NBA) 15 de diciembre de 2017
La lesión de Porzingis fue el lunar en una noche estupenda para los Knicks, capaces de vencer a domicilio a los Nets (104-111) tras un par de buenas horas de baloncesto. Aunque la verdad es que decir que New York jugó fuera de casa tiene su punto, porque durante buena parte del duelo, las canastas visitantes, Michael Beasley o Courtney Lee a los mandos, eran celebradas por buena parte del público. Cosas de los equipos vecinos.
Lee y Beasley
Precisamente las suyas fueron las acciones más espoleadas por una parte del respetable presente en el Barclays Center. Lee, paso adelante dado, se convirtió en el máximo anotador de los Knicks y de la cita con 27 puntos y algunos detalles de arrojo muy indicativos del punto en el que se encuentran los chicos de Jeff Hornacek, que han virado de ser una presa fácil en la 2016-17 a convertirse en ese rival incómodo que aprieta los dientes atrás y te daña con buenas aportaciones ofensivas arriba. Beasley, por su parte, es simplemente Beasley. Hay que quererle así, porque tiene mucho que dar. Sus 15 puntos, que sirvieron en parte para acelerar a los Knicks por momentos, fueron lo más notable desde el banquillo al lado también de la aportación bajo aro de Kyle O’Quinn.
Beasley está MUY en forma. Mental y físicamente. #dormiresdecobardes pic.twitter.com/DfNhCqblcB
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Y todo ello sin Porzingis durante buena parte del duelo, lo que aprovecharon los Nets, sin debutar todavía Jahlil Okafo y con Spencer Dinwiddie en su mejor anotación de siempre con 26 tantos, para remontar en la segunda mitad y ponerse por delante, y sin Tim Hardaway Jr., quien anunció este mismo jueves que su lesión por estrés en la pierna izquierda era algo “serio”, que esperaba recibir pronto el alta para correr pero que no se iba a precipitar en su regreso.