Boston Celtics logró su segunda victoria seguida tras el All-Star y lo hizo con un Kyrie Irving que se acercó al triple-doble con 31 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias, números que sirvieron para que los verdes derrotasen a New York Knicks 112-121.
El base de los de Massachusetts se mostró prácticamente imparable a lo largo del encuentro, sobre todo en un tercer cuarto en el que se fue hasta los 15 puntos. Ya en el último periodo cambió de registro para dedicarse a asistir a sus compañeros. Con la victoria los Celtics se colocan a solo medio partido de Toronto por el liderazgo de la Conferencia Este, algo que no preocupa al point guard.
«En este momento todo se trata de centrarnos en nosotros mismos. Ahí es donde nos encontramos. Solo queremos encontrar la consistencia para después seguir golpeando».
Junto a Irving destacó la actuación de Jaylen Brown, que aportó otros 24 puntos a la causa. Por parte de los Knicks el mejor fue Trey Burke, quien desde el banco volvió a superar la veintena de puntos al alcanzar los 26.
Baynes sigue fuera
Aaron Baynes solo pudo jugar tres minutos el viernes y anoche ni siquiera saltó a la cancha. El pívot no estuvo con sus compañeros por culpa de una lesión en el codo. Según confirmó Brad Stevens, se le realizará una resonancia magnética en Boston para conocer el alcance exacto de la dolencia.
Recuerdo para Noah
El partido sirvió para que Al Horford tuviese unas palabras cariñosas con Joakim Noah, quien fue su compañero de equipo en la universidad de Florida. «Es una situación difícil, porque desde que lo conozco siempre he sabido que quería ser un ‘knick’ y estar en Nueva York. Siento que realmente es un ejemplo de lo que es Nueva York. Fue duro para él no poder mostrar aquí su potencial y haber solo que quería hacer».