Golden State domina 3-0 a los Cavaliers, una diferencia que jamás se ha remontado en la historia de la NBA y que por tanto hace que la inmensa mayoría de ya por campeones a los Warriors. Bueno, todos menos ellos mismos.
Porque en Oakland no quieren sorpresas. Teniendo muy presente lo acaecido en 2016, cuando les remontaron un 3-1, así como el cuarto partido de las Finales de 2017, cuando Cleveland ganó ese choque de manera rotunda por 137 a 116, los chicos de Steve Kerr apuestan por jugar el encuentro del viernes como si fuese su última oportunidad para ser campeones.
«Los errores del año pasado los tengo muy presentes. Vi el vídeo del partido una y otra vez hasta las cinco de la mañana. Cada fallo. Cada triple. Cada perdida. Cada cambio defensivo… No presionamos las líneas de pase… Esas son las cosas que no podemos permitirnos, especialmente ante un equipo que llega desesperado. Van a encontrar la más mínima grieta para hacernos daño. No queremos jugar con los dioses. Queremos venir, jugar nuestro mejor baloncesto, siempre con respeto y ganar», explica Kevin Durant a The Undefeated.
Curry, en la misma línea
Golden State se quedó el curso pasado a una sola victoria de completar unos playoffs perfectos. Quizás por ello, quieren demostrar ahora que pueden terminar con los Cavaliers por la vía rápida; deseo en el que Stephen Curry coincide con Durant. «Sabemos cómo salieron el año pasado en el ‘Game 4’. Intentarán hacer lo mismo el viernes. Tenemos que capear la tormenta y mantenernos cerca. El año pasado hicieron 49 puntos en el primer cuarto. No vas a ganar un partido en el que empiezas así», sentencia el base.