Los Thunder caen ante Boston y siguen sin ganar

Los aficionados de Oklahoma tienen cada vez más motivos para preocuparse. Tras caer en su cuarto partido por 95-101 ante los Boston Celtics, los Thunder son el único equipo del Oeste que aún no conoce la victoria, y las sensaciones de desesperación y frustración comienzan a ser importantes. Anoche, los de Billy Donovan parecían tener el partido encaminado en varias ocasiones, pero acabaron colapsando en favor de unos Celtics faltos de consistencia.

Con 24 puntos y 6 rebotes, Jayson Tatum fue el mejor jugador del partido, pues fue prácticamente el único capaz de mostrar una imagen sólida a lo largo de todo el encuentro. Destacó también Marcus Morris, autor de 21 tantos y 10 rebotes, que, aunque pasó desapercibido en algunos momentos, fue responsable directo de los mejores minutos de Boston en el choque. Por último, hombres como Kyrie Irving o Al Horford, que se fueron hasta los 15 y 19 puntos respectivamente, se encargaron también de impulsar a los de Brad Stevens cuando el partido parecía destinado a quedarse en Oklahoma.

En los Thunder, los 22 puntos y 8 rebotes de Paul George le coronan como el mejor de los suyos, pero su 7/22 en el tiro pone en duda la calidad de su actuación, que, como la de su equipo en general, fue yendo de más a menos. Por su parte, Russell Westbrook volvió a quedarse a solo dos asistencias del triple-doble tras firmar 13 puntos y 15 capturas, pero lo hizo con un pobre 5/20 en el tiro y completando un desastroso final de partido. A nivel general, podría decirse que el jugador que mejor cumplió con su rol fue Jerami Grant, que jugó un encuentro bastante consistente en ambos lados de la cancha y se fue con 10 tantos, 6 rebotes y 2 tapones.

‘Harvey Dent’ Celtics

Como el popular villano de Batman, los Boston Celtics mostraron sobre el Chesapeake Arena dos caras bien diferenciadas. Su primera parte, especialmente a nivel ofensivo, dejó muchísimo que desear, pues se vio a un equipo sin ideas, poco sincronizado y falto de acierto que sufría para lograr cada punto. Esto, que ya ocurrió en cierta medida en la derrota ante los Magic, permitió a OKC ir construyendo una amplia ventaja que alcanzaría los 16 puntos al descanso sin necesidad de jugar un gran baloncesto. Simplemente, sus carencias fueron menos evidentes.

En este tramo, Jayson Tatum parecía el único hombre de blanco sobre el parqué capaz de generar algo a nivel ofensivo. El sophomore, como viene siendo costumbre, dio una lección de madurez, aunque esta vez sus compañeros no le ayudaron en absoluto. Si en los cuatro partidos anteriores, los Thunder no habían encajado menos de 20 puntos en ningún cuarto, en los dos primeros de anoche los Celtics se quedaron en 16 y 18 respectivamente. Tal era el desastre.

No obstante, todo cambió al salir de los vestuarios. Tras fallar los 11 triples intentados en la primera mitad, los de Stevens anotaron un lanzamiento desde el perímetro en la primera posesión del tercer cuarto, lo que sirvió a modo de premonición de lo que estaba por venir. Con Al Horford y Marcus Morris a la cabeza, Boston firmó un 9/13 en triples en este periodo que destrozó a la defensa de Oklahoma y dio la vuelta al partido. Es más, los Celtics anotaron más puntos en dicho cuarto (40), que en la primera mitad (34), y lo cerraron con un 73-74 que suponía su primera ventaja en todo el choque.

La frustración de Westbrook

Ya en el último periodo, comenzó un intercambio de golpes que declaró como vencedores a los de Massachusetts pese a que, tras una buena racha de acierto de Patterson y Abrines, los Thunder llegaron a mandar por 9 puntos a falta de 4:22 para el final. Sin embargo, los de Donovan solo fueron capaces de anotar un punto en ese tiempo, lo que permitió a los visitantes volver a dar la vuelta al electrónico. Marcus Morris fue el protagonista de la acción decisiva al convertir un triple a falta de 28 segundos que ponía el 95-98 en el marcador.

Este último periodo estuvo marcado por el desacierto de los hombres clave de Oklahoma. George solo fue capaz de convertir dos puntos, ambos desde el tiro libre, mientras que Westbrook cerró el partido de forma calamitosa errando sus 7 tiros en dicho cuarto y perdiendo tres balones, y se marchó a vestuarios con un evidente gesto de enfado. No era para menos. Desde luego, nadie esperaba que OKC fuera colista del Oeste a estas alturas.


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