En un intento de revertir el rumbo de una temporada que no está yendo como se esperaba, los 76ers se han hecho con los servicios de Alec Burks y Glenn Robinson III, procedentes de los Warriors, según Adrian Wojnarowski, de ESPN. Ambos jugadores llegan a Philadelphia a cambio de un conjunto de picks que incluye una segunda ronda de 2020 procedente de Dallas, una segunda ronda de 2021 vía Denver, y una segunda ronda de 2022 propiedad de los Raptors.
Con estas incorporaciones, Elton Brand pretende proporcionar a su plantilla algo de tiro exterior, aspecto realmente necesario en un equipo que, debido a las características de sus estrellas, está encontrando problemas para abrir la pista. Burks, que promedia 16,1 puntos por partido, está lanzando de tres con un 37,5% de acierto, mientras que Robinson llega hasta el 40% de efectividad y está en 12,9 tantos de media. Sin ser grandes estrellas, ambos están teniendo una aportación interesante a nivel de números aprovechando los minutos que han tenido en Golden State, y pueden ser piezas interesantes para una segunda unidad que no va precisamente sobrada de capacidad resolutiva en ataque.
Necesidad de espacio
La operación es además de muy poco riesgo para los 76ers, pues ambos jugadores terminarán contrato en cuanto finalice esta temporada y cobran el salario mínimo correspondiente a la experiencia en la NBA de cada uno: 2,3 millones de dólares en el caso de Burks, 1,8 para Glenn.
No obstante, sí hay un problema para los de Pensilvania, y es que actualmente cuentan ya con 15 jugadores en su plantilla, lo que no deja hueco para las nuevas incorporaciones. Esto les obliga a crear dos espacios, por lo que, tal y como informa Wojnarowski, ya trabajan en la búsqueda de nuevos movimientos que liberen las plazas correspondientes. En caso de no hacerlo, tendrían que cortar a dos de los integrantes actuales.
(Fotografía de portada: Ezra Shaw/Getty Images)