¿Quién ha ganado y quién ha perdido? Análisis del final del mercado NBA

El final del mercado invernal en la NBA nunca defrauda. Por más que 72 horas antes pareciera las antípodas de la tormenta perfecta que llega ...

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Por Miguel Gaitán

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El final del mercado invernal en la NBA nunca defrauda. Por más que 72 horas antes pareciera las antípodas de la tormenta perfecta que llega todos los años por estas fechas, los últimos dos días han resultado puro frenesí. Un vaivén incesante de traspasos, emociones y mapas en blanco, por rellenar.

Los ganadores

Muchos combatientes victoriosos ha dejado el temporal. Como Atlanta, que de la nada, sin soltar prácticamente ningún activo de valor (el expiring de Evan Turner y una segunda ronda del draft) se hizo con un totem como Clint Capela. El ex de Houston posee todavía tres temporadas con contrato en vigor cuando expire la actual, y por ello resulta un negocio más que redondo para la franquicia de Georgia. Oportunismo, porque Houston y Minnesota estaban con los ojos inyectados en sangre a la espera de un traspaso, y acierto absoluto en el movimiento. El incipiente proyecto que lidera Trae Young ya tiene center titular para varios años. Y con menudo ejemplar han ido a parar.

También pueden considerarse triunfadores los Clippers. Anduvieron detrás de un pívot que aportase más kilos y centímetros a su delgada pintura pero al final se hicieron con Marcus Morris e Isaiah Thomas. La franquicia que preside Lawrence Frank se hizo con uno de los jugadores más deseados del mercado; un Morris que llega en la mejor temporada de su vida (19,6 puntos) pero que tendrá que acotar su sed de lanzamientos a unos Clippers atestados de anotadores y de todo lo que se quiera. De ganas de aplastar al resto, sobre todo. Si ya estaban preparados para todo antes del traspaso, ahora el equipo de Doc Rivers es más completo, más polifacético y tiene más recursos cuando las dos farolas principales alumbren regular. Para echarse a temblar el equipo de los Clippers. Ahora con otro anotador de caudal constante.

Renacer de Minnesota

Este jueves ha resultado un gran día para ser aficionado de los Minnesota Timberwolves. La entidad que dirige Gersson Rosas se quitó un par de deudas morales de hace tiempo y enderezó su proyecto de manera bastante acertada. D’Angelo Russell es el centro de todo. En Minnesota hubieran matado a una multitud con tal de conseguir el traspaso del buen amigo de Karl-Anthony Towns. Acierto redondo con un jugador de gran calidad y con el que se debe apagar la sed inmediata de triunfos del pívot. Hasta el curso que viene, claro. En las figuras de Towns y de Russell los Timberwolves consiguen al fin la pareja idílica para levantar un proyecto que se consolide en playoffs. Tanto Towns como Russell conocieron esa sensación ya, por separado, en Brooklyn y la propia Minnesota. Es hora de poner en común sus conocimientos.

Además, los Timberwolves han conseguido actores secundarios de valor como Malik Beasley, Juancho Hernangómez, ambos agentes libres restringidos en verano sobre cuyo futuro la franquicia tendrá voz y voto. Completan el abanico de llegadas más figuras de reparte como Jacob Evans, Omari Spellman, James Johnson o Jarred Vanderbilt. Reciclaje parcial que lava la cara de la franquicia por completo. Ahora las cosas sí pintan bien en los Timberwolves.

Actuaron con cordura en el caso de Robert Covington. Media Liga se moría por sus huesos y obtuvieron un rédito que incluye una primera ronda del draft (protegida 1-14, vía Atlanta y Brooklyn) y una segunda. Algo había que hacer y obraron con sobriedad, consiguiendo activos que después pudieron acercar el trade por Russell. Todos contentos y una gestión reluciente. Para delante.

Lo mejor para Minnesota, además de lo de D’Angelo, es que Andrew Wiggins y sus millones han volado lejos. No decimos que el alero esté acabado y en la Bahía vaya a ser un fiasco, pero sí que en los Wolves había encallado su progresión. Franquicia y jugador necesitaban un divorcio más que nada en el mundo. Esa separación ha llegado y con ella la versión 2.0 del proyecto que lidera Towns. Los Timberwolves, a partir de ahora, deberían empezar a ser otra cosa. Ya lo son.

Miami se prepara

Tampoco se han movido nada mal los Miami Heat. Un Andre Iguodala (con extensión de contrato que no compromete el verano de 2021) que asegura estar listo para la competición o un veterano con mucho oficio como Jae Crowder refuerzan su candidatura en el Este. También llegó Solomon Hill a unos Heat con los que nadie contaba y ante los que nadie querrá cruzarse llegado el mes de abril. De la nada, Pat Riley ha montado en tiempo récord un candidato a dar la sorpresa en la Conferencia Este. Como mínimo, nadie querrá tenerlos enfrente hasta las finales de ese lado del país.

Memphis sigue acertando

Completan el ramillete de ganadores, cómo no, los Memphis Grizzlies, que desde que rompieron el proyecto del grit&grind no han hecho más que tomar decisiones acertadas. A la marcha de Marc Gasol y Mike Conley les sucedieron decisiones como las llegadas de Ja Morant, Brandon Clarke, Dillon Brooks, De’Anthony Melton, Josh Jackson o Jonas Valanciunas. A ellos se han unido un alero de contrastada heterogeneidad como Justise Winslow o Jordan Bell y Gorgui Dieng.

Memphis ha sacado partido a la delicada situación que vivían con Iguodala, pudiendo pescar un recambio para los próximos años como Winslow. Ni tan mal, otro joven que afianza la acertadísima reconstrucción exprés que, en solo una temporada, han montado los Grizzlies. Jóvenes, hambre, proyección y calidad. Qué más se puede pedir.

Otros conjuntos como Sacramento Kings, Washington Wizards, Denver Nuggets o Philadelphia 76ers también han protagonizado traspasos aunque su calificación en este examen no resulte tan alta. Como mucho, un suficiente holgado.

La Bahía

Caso aparte representan los Golden State Warriors. La franquicia de la Bahía desató a la bestia con su traspaso de D’Angelo Russell a Minnesota. Los rumores previos se habían relajado varios puntos el miércoles, anticipando que las negociaciones con Minnesota estaban rotas; sin embargo la liebre saltó cuando menos se esperaba.

Las rebajas llegaron a California en forma de salida de D’Angelo, Glenn Robinson y Alec Burks. Resulta complicado analizar la llegada de Andrew Wiggins. Como hemos dicho más arriba, su tiempo en Minnesota estaba agotado, pero eso no significa que el traspaso sea un disparate. A primera vista, los Warriors pierden con el cambio pero Wiggins podría vivir un reciclaje importante en la Bahía. Si Golden State consigue levantar la carrera del alero, habrá ganado un jugador de calidad cinco estrellas.

Eso sí, para este temporada los Warriors quedan en auténtico cuadro. Sin ir más lejos, están prácticamente sin jugadores de perímetro (Damion Lee, Ky Bowman y Jordan Poole) dado que Stephen Curry y Klay Thompson siguen lesionados. La temporada actual sigue camino del retrete de manera inexorable. Si no lo estaba ya totalmente.

Houston

También difícil de escudriñar es el final de mercado de los Houston Rockets. Fieles a sus cada vez más sorprendentes delirios de estadística avanzada, se quitaron a su mejor hombre interior (y mejor defensor) para hacerse con un alero 3&D de lo mejor que había en el mercado. Covington por Capela. Movimiento valiente, innovador, que podría cambiar el juego en la NBA en su totalidad. Y que también podría salir horrible si no consiguen un antídoto contra las grandes bestias interiores del Oeste (Anthony Davis, Nikola Jokic, Rudy Gobert…).

Deseaban los Rockets la adquisición de un nuevo pívot antes del cierre el mercado pero no fue posible. Habrá que ver cómo resulta su arriesgado experimento. Hay ganas de ver cómo dan la vuelta al juego por un territorio casi inexplorado hasta la fecha. Siempre valientes, les da igual lo que pueda pensar el resto; creen en sus métricas y apuestan por ellas hasta la desintegración.

Cleveland y Drummond

Luego, Cleveland se ha llevado otra de las palmas del mercado. El traspaso de Andre Drummond es uno de los más random del día, pues en Ohio ya contaban con Tristan Thompson, quien quería salir y no ha sido traspasado, con Larry Nance Jr. y Kevin Love.

Habrá que ver cómo se apañan los Cavaliers con tanto rascacielos en la rotación, pero lo más probable (salvo lesión) es que Drummond sea agente libre en verano. Con este traspaso es de esperar que los Cavs vayan a intentar firmarle un nuevo contrato en julio, fecha en la que también se irá Thompson. Otra cosa será que lo consigan. Movimiento algo incomprensible de los Cavs pero que destapa su intención de volver a firmar a Drummond en verano.

Ganadores, perdedores, luces y sombras. El fin del mercado invernal en la NBA es siempre una montaña rusa de la que nunca quieres bajar esa única vez cada año.

(Fotografía de portada: Ethan Miller/Getty Images)

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