Uno de los partidos más especiales para Stephen Curry cada temporada terminó en pequeño disgusto. Los sorprendentes Charlotte Hornets ganaron a Golden State por 120 a 113 tras una prórroga.
Decimos sorprendentes ya que pocos imaginaban que unos Hornets sin Miles Bridges, LaMelo Ball y Tery Rozier estarían con un balance de 3 victorias y 3 derrotas tras diez días de temporada regular, incluyendo un triunfo ante los actuales campeones de la NBA.
Para más inri, Charlotte había perdido el día anterior ante Orlando Magic por 20 puntos de diferencia y restando un minuto del cuarto periodo los Warriors tenían una ventaja de cuatro puntos. «Nunca perdemos estos partidos», dijo Draymond Green. «Podría contar con los dedos de una mano en los últimos ocho años las veces que hemos perdido un partido teniendo cuatro puntos de ventaja y un minuto por jugarse. Eso es algo que fastidia. No podíamos perder ese partido. Y sin que ellos tuvieran a sus dos bases titulares», añadió en referencia a las ausencias de Ball y Rozier.
P.J. Washington fue el más destacado de los locales con 31 puntos, mientras que Gordon Hayward añadió 23 tantos y Kelly Oubre Jr. Aportó otros 18 ante el que fue su equipo durante la pandemia. A ellos se sumó Dennis Smith Jr. con sus 13 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias, otro hombre que está rindiendo por encima de los esperado en estos primeros compases del curso.
Se convierte en tradición perder en Charlotte
Stephen Curry alcanzó los 31 puntos y 11 rebotes —3 de 13 en triples—, pero como escribíamos al principio, terminó la noche contrariado. Falló un triple que hubiese podido dar el triunfo a los Warriors al término del último cuarto y erró con un airball otro triple durante la prórroga.
Es el cuarto año seguido en el que los Warriors pierden en el Spectrum Center de Charlotte, la ciudad en la que Curry vivió de niño cuando su padre Dell Curry jugaba en la franquicia local.
«Ellos entienden quién llegaba al pabellón y no nos querían dar facilidades», comentó Curry. «Sabíamos que iban a salir de modo agresivo y con orgullo y eso es lo que han hecho».
Curry también fue autocrítico con la decisión que tomó en los instantes finales del tiempo reglamentario. En lugar de penetrar y buscar alguna otra jugada optó por decidir el partido con un triple un tanto forzado. «Puedo conseguir un tiro mejor que ese», dijo. «Me quedé enfrascado con tratar de jugar a ser el héroe en mi ciudad pensando en ganar sobre la bocina».
Por parte de Golden State también destacaron Jordan Poole con 24 puntos desde el banquillo y Draymond Green con 12 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias y 3 tapones.
(Fotografía de Elsa/Getty Images)