Buenas noticias para De’Aaron Fox y los Kings. Tras salir lesionado del partido disputado contra Charlotte, una resonancia magnética ha descartado que sufra daño estructural en su rodilla derecha, dejando la dolencia que sufre en un hematoma óseo que no debería dejarle demasiado tiempo fuera de juego.
La lesión se produjo durante el primer cuarto del encuentro ante los Hornets cuando Fox golpeó su rodilla contra la de un rival. Inmediatamente abandonó la cancha por precaución para que se estudiase qué ocurría en su articulación. Acabado el partido, Mike Brown, su entrenador, señaló que pensaban que no sería algo grave. Han acertado.
Sobre el periodo de baja, el base está descartado para el partido de esta próxima madrugada ante Sacramento, pero más allá de ese choque se desconoce en qué momento volverá a estar sobre el parqué, ya que ello depende de cómo vayan remitiendo los síntomas y molestias que sufre en la rodilla.
Para los californianos es importante que retorne lo antes posible. Tras empezar el curso con cinco derrotas consecutivas, ahora han enlazado dos triunfos que han servido para levanta el ánimo y la confianza en poder ser el equipo que desean. El papel de Fox en ese camino es fundmental.
(Fotografía de Christian Petersen/Getty Images)