Apenas agotado un cuarto de curso, la temporada de los Charlotte Hornets parece abocada a lo más bajo de la tabla. Los problemas extradeportivos y el escasísimo movimiento en el mercado durante la pasada offseason sembraban un campo de cultivo peligroso para los de Carolina del Norte. Pero la estocada final resultó ser la lesión de su gran estrella, LaMelo Ball, que tan solo ha disputado tres encuentros en lo que va de campaña. El base se perdió los primeros trece encuentros de la temporada con un esguince de grado dos. De nuevo fueron los tobillos los que le volvieron a dejar en el dique seco, perdiéndose los últimos 11 partidos a causa de una fuerte torcedura. Contratiempo del que podría volver esta noche.
Los Hornets se enfrentarán a los Detroit Pistons en Charlotte y el parte de bajas de los de Steve Clifford ha amanecido con Ball como ‘cuestionable’. Esto implica que el jugador tiene posibilidades de redebutar, aunque las dudas no se despejarán del todo hasta la rueda de prensa previa o en las horas cercanas al mismo encuentro.
Después de las dos decepcionantes derrotas sufridas en sendas eliminatorias de play-in, da la sensación de que Charlotte pretende darle una vuelta a su actual proyecto. Miles Bridges es una total incógnita por su situación legal, pero Hayward y Rozier ya han sido protagonistas de muchos rumores en los últimos meses. Lo único intocable es LaMelo, que ya fue All-Star el curso pasado y que es una de las caras jóvenes de la liga. Quizás pronto tenga a otro fenómeno mediático francés con el que compartir pista. O al menos eso parecen querer en las oficinas de los Hornets.
(Fotografía de portada de Jared C. Tilton/Getty Images)