Los Chicago Bulls han puesto fin a su racha de tres derrotas consecutivas. El conjunto de Illinois, capaz de ganar a contenders una noche y caer con uno de los peores equipos de la NBA en la siguiente, derrotó a los Warriors 132-118 para colocarse con un balance de 20-22, lo que les permite aferrarse a la décima posición de la Conferencia Este por la que pelean con Toronto. Los de Donovan parecían destinados a reventar el proyecto hace apenas unas semanas, pero, aun sin demasiado brillo, parece que están consiguiendo enderezar ligeramente el rumbo y que aspiran a estar entre los clasificados para la postemporada.
El triunfo estuvo cimentado en la fantástica actuación de Nikola Vucevic, que firmó uno de los mejores partidos de su carrera y se erigió como el gran referente ofensivo de los suyos en el tramo decisivo. Con 43 puntos, el montenegrino igualó su mejor anotación en la NBA, (anotada curiosamente a Chicago poco antes de ser traspasado), y con 13 rebotes, 4 asistencias y 4 robos redondeó un encuentro muy completo al que puso la guinda con un sensacional último cuarto.
En él, llegaron 16 de sus tantos, con los que permitió a los suyos llevar la distancia hasta los dobles dígitos y responder a cualquier intento de Golden State por reducirla. Sus continuaciones tras bloqueo, tanto para finalizar en la pintura como con un lanzamiento en pick & pop, fueron una pesadilla para los californianos, a los que destrozó desde todas las posiciones y con una gran eficiencia. En concreto, Vucevic anotó el 58,1% de sus lanzamientos (18/31), incluyendo un 5/10 en triples que dio muestra de su versatilidad.
«Sé de lo que soy capaz» comentó el center. «Sé lo bueno que soy, especialmente a nivel ofensivo. Depende de mí ser capaz de ponerme en situaciones en las que pueda jugar así».
Chicago acabó también con su mala racha particular ante los Warriors, contra quienes habían perdido sus últimos 11 partidos y a quienes no ganaban desde 2017. Para ello, contaron además con la contribución de Zach LaVine, que con 27 tantos, 9 rebotes y 7 asistencias secundó a Nikola y aportó unos puntos desde el perímetro que ayudaron a olvidar la baja de DeMar DeRozan.
Golden State, por su parte, contó con una muy buena versión de Klay Thompson, que sigue yendo a más con el paso de la temporada y firmó uno de sus mejores partidos a nivel de acierto al irse hasta los 26 tantos con un 8/15 en triples. No obstante, hasta ahí las buenas noticias. Stephen Curry y Jordan Poole le siguieron con 20 y 15 puntos respectivamente, números relativamente discretos dadas sus capacidades, y Andrew Wiggins estuvo aún más gris y no pasó de los 11 tras quedarse en un 4/13 en el tiro.
Los californianos sumaron por tanto un nuevo tropiezo que les hace caer a la octava posición del Oeste, cuya zona media está tan comprimida que hace a cualquier equipo ascender o descender dos posiciones cada noche. Ahora que han recuperado a sus hombres importantes, es de esperar que los de Kerr puedan escalar para evitar el play-in, pero desde luego resultados como el de esta noche no les ayudan a conseguirlo.
(Fotografía de portada: Michael Reaves/Getty Images)