El sube y baja de los Lakers continúa. El final del mercado de traspasos, en el cual realizaron muchos movimientos, levantó el ánimo de cara a que la recta final de la temporada fuese mucho mejor que lo visto hasta ahora. Tal golpe de moral se vio alimentado además al ganar el primer partido con el nuevo grupo. Todo parecía ir bien: nuevos jugadores, nuevos ánimos, nueva dinámica… Pero no contaban con un ‘no invitado’ a la fiesta, con Damian Lillard.
El base de los Blazers, equipo que persigue al menos una plaza de play-in, sabía que ganar a los angelinos supondría un importante paso al frente, ya que son un rival directo en la Conferencia Oeste y la diferencia entre vencerles o no era abismal (a efectos clasificatorios). Quizás espoleado por ello, Lillard firmó uno de sus mejores partidos del curso al irse hasta los 40 puntos y permitir que Portland doblegase sin problema alguno a los de oro y púrpura por un claro 127-115. He aquí la actuación de la estrella de los de Oregon.
«Creo que lo principal es simplemente ser agresivo. Esa es la mentalidad, porque no voy a salir diciendo que quiero sumar muchos puntos, simplemente se trata de presionar. Voy a atacar las coberturas, aprovechar las oportunidades que hay y, si no ls hay, intentaré crearlas», expresa Lillard, quien en la presente campaña suma ya hasta 11 partidos con al menos 40 puntos.
Cuando Chauncey Billups decidió mandar a Lillard al banquillo con siete minutos por jugar y el partido prácticamente resuelto, el pabellón estalló en una gran ovación. El head coach de los Blazers tiene claro que era más que merecida. «Noche tras noche simplemente le ves dominar y anotar 30 en una mitad o 60 en un partido… Quiero decir que está siendo increíble. Es tan bueno…», expresa.
LeBron, ausente
Los Lakers jugaron su tercer partido consecutivo sin LeBron James, quien no termina de recuperarse del dolor que sufre en el tobillo izquierdo. Sin él, y pese a que Anthony Davis firmó un doble-doble de 19 puntos y 20 rebotes, todo es más difícil para los californianos. Lo cierto es que no pueden permitirse muchos más tropiezos, ya que a falta de 24 partidos para el final están a dos y medio del play-in y a cuatro y medio de los puestos de playoffs. Se les está acabando el tiempo…
(Fotografía de Amanda Loman/Getty Images)