El año pasado, los Orlando Magic perdieron 20 de sus primeros 25 partidos debido, entre otras cosas, a las numerosas lesiones que afectaron a la plantilla durante el tramo inicial del curso. Un lastre que no les permitió luchar por el ‘play-in’ a pesar de protagonizar una tendencia al alza durante el resto de la temporada. Ahora, los de Florida se sientes preparados para dar mucha guerra en su conferencia.
Los Magic barrieron (116-86) esta pasada madrugada a los Houston Rockets en la que fue la mayor victoria de la historia de la franquicia en una noche de apertura de temporada. Un resultado que es tan solo la carta de presentación de la voracidad que recorre el vestuario. «Muchos de nosotros estamos ilusionados por mostrarle al mundo de qué están hechos estos Orlando Magic», declaró Wendell Carter Jr., según recoge el medio The Orlando Sentinel. «Comenzamos el año con cierto resentimiento y estamos listos para salir ahí fuera a jugar.»
Después de casi un mes de ‘training camp’ y cuatro partidos de preparación, el entrenador Jamahl Mosley cree que su equipo está listo para afrontar con garantías la temporada, en gran parte gracias al liderazgo y la responsabilidad de jugadores como el propio Carter Jr., Franz Wagner, Paolo Banchero o Cole Anthony, este último el máximo anotador del partido con 20 puntos.
«Los hemos desafiado como entrenadores a que tomen las riendas», afirmó Mosley. «Este es su equipo. El éxito que tengamos dependerá de qué tan bien nos comuniquemos entre nosotros y de cómo nos impulsemos mutuamente los unos a los otros para mejorar.»
Wagner, quien se proclamó campeón del mundo este verano con la selección alemana, tomó las declaraciones del técnico y destacó la continuidad de la plantilla como una gran ventaja para seguir mejorando. «No empezamos desde cero. Muchos de los muchachos siguen y saben cuál es nuestra identidad en la cancha. Aparte de eso, nuestra dinámica de grupo es bastante buena.»
Esta continuidad facilita conocer mejor los entresijos de un grupo y ver cómo trabaja, lo que conduce a una mejor química en la cancha. Orlando ya vislumbró el curso pasado que una vez que el equipo estuviera sano, podría avanzar hacia la postemporada mientras crecía individualmente.
(Fotografía de portada de Mike Ehrmann/Getty Images)