Los Timberwolves son actualmente el mejor equipo de la NBA y no por casualidad, sino porque han dado forma a un conjunto que es capaz de plantarse en cualquier cancha y salir victorioso; y por si faltaban pruebas, anoche visitaron Florida para batir a los Heat por 108-112 y colocarse con un excelente récord de 20-5 que solo igualan los Boston Celtics en el Este.
Minnesota es una roca. Quizás no hagan el baloncesto más brillante de la competición, pero en defensa y regularidad pocos se pueden acercar. En Miami, ante un equipo que ha recuperado a Bam Adebayo y Tyler Herro, además de contar con un siempre presente Jimmy Butler, no bajaron los brazos cuando peor estaban las cosas –se vieron hasta 17 puntos abajo– para ir dando mordiscos al partido hasta llevarlo a un apretado final en el que Anthony Edwards resolvió.
A sus 22 años, la estrella de los Wolves quizás esté pasando algo desapercibida para la mayoría de seguidores al jugar en un mercado pequeño, pero ello no evita que de igual modo esté realizando una campaña sobresaliente. A los Heat les metió 32 puntos, los cuales acompañó con 8 rebotes y 5 asistencias. No decimos que esté en la pelea por el MVP –podría ser–, pero sí que es el líder de la gran revelación del curso 2023-24. Así se las gasta.
Más allá de Edwards, los de Minneapolis contaron con otros cuatro jugadores en dobles dígitos de anotación, destacando los 18 puntos de Karl-Anthony Towns y los 15 que aportó Naz Reid desde el banquillo. Además, Rudy Gobert volvió a dominar bajo los aros con hasta 16 rebotes y 2 tapones. El francés recalca que no deberían esperar a que les pongan contra las cuerdas para reaccionar.
«Ha sido necesario que nos den un puñetazo en la cara para despertarnos y hacer las cosas que tenemos que hacer. Cada vez que hacemos las cosas que se supone que debemos hacer, especialmente en la parcela defensiva, nos ponemos en posición de ganar el partido», explica.
Los regresos de Herro y Adebayo
Tyler Herro y Bam Adebayo regresaron tras sendas largas ausencias por lesión y se combinaron para 47 puntos, siendo 25 del alero y 22 del pívot. No fue suficiente para ganar, pero Herro tiene claro que tras 18 partidos alejado de las canchas por un grave esguince en el tobillo derecho, lo más importante es ir cogiendo el ritmo.
«Me sentí bien. Traté de jugar y no forzar demasiado, simplemente hacer la jugada correcta. Así es como los chicos han estado jugando conmigo y con Bam. Esta es la manera en la que deberíamos jugar», sentencia.
(Fotografía de Megan Briggs/Getty Images)