Kristaps Porzingis ha jugado 16 minutos en la victoria que ha dado a los Boston Celtics el 18º campeonato NBA de su historia, pero la realidad que no estaba preparado físicamente para ello; tanto es así que justo después de derrotar a Dallas Mavericks por 106-88 en el Game 5 se ha confirmado que tendrá que someterse a una cirugía y que la recuperación durará varios meses.
El pívot letón sufrió en el Game 2 de las Finales un desgarro del retináculo medial que provocó la dislocación del tendón tibial, una lesión que el propio equipo describió como «rara» en su comunicado de prensa.
Tras no jugar en los partidos ‘tres’ y ‘cuatro’ de la batalla por el anillo, sí estuvo en pista anoche para aportar 5 puntos y dar algo de descanso a Al Horford. Sí, Porzingis puso su granito de arena, pero de igual modo de arriesgó a padecer un problema mayor.
«Por supuesto. Creo que podría haber pasado algo, seguro. Es obvio que había algún riesgo adicional, pero no me importaba. Pensé: ‘Quiero dar todo lo que pueda ahora y arreglarlo luego si es necesario'», explica.
Porzingis no estaba bien, pero sí lo suficientemente bien. Joe Mazzulla, su entrenador, dijo antes del quinto partido que había mejorado lo suficiente para jugar. El pívot confirma que hizo todo lo posible para poder ayudar a sus compañeros.
«Desde el último partido, he estado pensando… ‘¿Cómo puedo preparar mi cuerpo para el próximo partido?’ No me importaba cómo fuese, simplemente pensaba en hacer todo lo posible para estar en la cancha. Así que desde esta mañana me estaba preparando para jugar. El personal médico un apoyo increíble para mí y me ayudó a regresar. Estoy muy agradecido. Y hombre, se siente genial ser campeón», finaliza.
(Fotografía de Adam Glanzman/Getty Images)