Los Boston Celtics cerraron la primera jornada del draft empleando su pick número 30 en la selección de Baylor Scheierman. El escolta completó su ciclo universitario en Creighton con unos promedios de 18,5 puntos, 9,0 rebotes, 3,9 asistencias y un acierto en triples del 38,1% en su último año.
El juego exterior de los Celtics está bien cubierto y Brad Stevens podría haber traspasado esta selección para descender posiciones en el draft y obtener un contrato más favorable. Sin embargo, tanto la gerencia como el cuerpo técnico de Boston quedaron convencidos por todo lo que Scheierman es capaz de aportar a un equipo.
Genera sus propios tiros, anota desde distintas zonas de la cancha, corre la cancha, explota situaciones de pick-and-roll y lucha muy bien el rebote pese medir solo dos metros. De hecho, Scheierman destacó su versatilidad cuando fue preguntado sobre qué puede aportar a unos Celtics que acaban de conquistar el campeonato.
«Soy un gran trabajador. Me encanta competir. Voy a hacer lo que sea necesario para ganar. Me lanzaré al suelo, iré tras los balones sueltos, lo que sea», declaró el jugador de 23 años, según recoge el periodista Keith Smith. Ya en diciembre se había vendido afirmando que puede «hacer un poco de todo». Algo que, precisamente, exige el esquema de Joe Mazzulla.
Muchos equipos pasaron por alto a Scheierman debido a sus limitaciones físicas y como creador a nivel de la NBA, pero los Celtics no necesitan que destaque en este apartado. Precisan de jugadores versátiles que abran la cancha y desempeñen diferentes funciones en pista. Además, Sam Hauser encara su último año de contrato, por lo que Scheierman se presenta como su potencial sustituto en el caso de que franquicia y jugador no alcancen un acuerdo de extensión.
(Fotografía de portada de Mike Mulholland/Getty Images)
