Hacía tiempo que un jugador del estatus de Paul George no se movía en la agencia libre. Lo normal en los últimos tiempos, precisamente desde que Kawhi Leonard firmase con Los Angeles Clippers, era ver a los equipos reteniendo a sus estrellas y a estas moviéndose casi exclusivamente vía traspaso. Algo raro tiene que suceder cuando un fichaje así se vuelve a dar, y más en alguien tan arraigado en la ciudad como PG. «Nunca quise irme de Los Angeles. Es mi casa», cuenta el alero en su primer podcast como integrante de los Philadelphia Sixers.
George y los Clippers han pasado meses negociando su posible renovación. Aunque dicha negociación comenzó torcida cuando la franquicia anunció la extensión de Leonard sin haberse sentado a hablar seriamente con su compañero. «Mi objetivo era retirarme aquí y ganar un anillo aquí», continúa. «Pero tal y como han ido las cosas, creo que se me ha tratado con cierta falta de respeto». A continuación, George detalla las ofertas de renovación que recibió. La primera llegó en octubre por dos años y 60 millones de dólares. Cifra y tiempo muy lejos de su contrato anterior en los Clippers y el firmado en Philly (4 años, 212M).
Después, una vez llegó el trato con Kawhi, el alero pidió que se lo igualasen. Los deseos salariales del jugador nunca fueron igualados por la franquicia, aunque hubo dos cifras más una vez terminó la temporada. Una de 150 millones por 3 años (similar a lo firmado por Kawhi) a la que George le quiso incluir la cláusula anti traspaso ante la negativa clipper. El ealero entonces demandó los 212 millones por cuatro años que ha firmado en los Sixers, recibiendo una nueva negativa.
En el mismo podcast George admite que su intención era permanecer en California y que los Warriors estuvieron cerca de sellar un sign-and-trade para llevarle a la Bahía de San Francisco.
(Fotografía de portada de Christian Petersen/Getty Images)