Los torneos de selecciones son un espectáculo para espectadores y un orgullo para los participantes, pero parece que también un dolor de cabeza para los dueños de los equipos de esos mismos jugadores. El debate con respecto a si las franquicias NBA deberían tener la última palabra a la hora de decidir si sus integrantes pueden o no acudir a encuentros como los actuales Juegos Olímpicos es relativamente cíclico, y Marc Cuban ha expresado su opinión al respecto en más de una ocasión. La última de ellas, recientemente en Twitter.
«Los Juegos Olímpicos son un negocio. Eso es todo» escribió. «Siempre he estado en contra de que los jugadores de la NBA participen. Deberíamos organizar nuestra propia Copa del Mundo y tratar los Juegos Olímpicos como se hace con el fútbol».
Cuban acompañó el comentario de varios artículos escritos por él mismo en 2007, 2009 y 2012 en los que abordaba el tema. En ellos afirma que económicamente no es beneficioso para la NBA, pues el hecho de que los jugadores participen en este torneo no solo quita exclusividad a la liga, pues sus estrellas pueden verse en otra competición, sino que supone un riesgo de lesión. Es más, en uno de los textos no solo propone imitar el modelo del fútbol, sino que señala que los Juegos Olímpicos deberían pagar a los jugadores por acudir.
Aunque este tema es, como todos, opinable, el mayor argumento contra todo lo que dice Cuban es el hecho de que los propios jugadores acudan voluntariamente. Nadie es obligado a participar, y quienes acuden lo hacen por el prestigio que la competición aporta, por intentar agrandar su palmarés con el máximo título intercontinental, y por el orgullo de representar a sus países. El hecho de que la NBA prohibiese a sus jugadores acudir no solo recibiría un enorme rechazo por parte de los aficionados, que se verían privados de un gran espectáculo, sino seguramente también de los propios jugadores.
Cuban parte de una visión muy empresarial, considerando a los Juegos como una especie de empresa rival y entendiendo que hay una especie de competencia desleal contra la NBA. Pero no parece que los jugadores lo vean así. Así como ir a jugar un martes de Detroit puede ser el equivalente de fichar en la oficina, no da la impresión de que muchos jugadores vean los Juegos Olímpicos de la misma manera. Y seguramente esa sea parte de su encanto.
(Fotografía de portada: Brian Fluharty/Getty Images)
