Tras dos temporadas en blanco, la 24-25 será si todo sale bien la que suponga el regreso de Lonzo Ball a la competición. Y si se cumplen los objetivos del base, no habrá que esperar demasiado para verlo sobre el parqué. En la rueda de prensa de presentación de la pretemporada, se ha mostrado ilusionado ante la posibilidad de estar de vuelta, recalcando que se trata de un caso único tras su trasplante de rodilla pero que espera que ello no le impida llegar listo al primer partido de la liga.
«Me siento bien. Estoy feliz de estar aquí, eso lo primero» comentó. «Sé que ha pasado un tiempo, pero estoy deseando iniciar el training camp y empezar el año. Ese es mi objetivo, estar listo para el inicio de la liga regular. Obviamente no puedo ver el futuro, pero ese es el plan y estoy decidido a cumplirlo. Creo que estaré listo».
Lonzo dio también algunos detalles con respecto a las limitaciones con las que se encontrará, dejando claro que, por ejemplo, no podrá por ahora jugar dos noches consecutivas.
«Este es un problema tras el que nadie ha vuelto a jugar, así que yo seré el primero. Hemos tenido varias conversaciones al respecto por ahora, y obviamente los back to back están descartados y tendré una restricción de minutos. Todavía no hemos decidido cuántos, pero la habrá. Va a haber una comunicación constante durante el año, porque esto es algo así como un nuevo proyecto. Básicamente tengo una rodilla nueva, no es lo que Dios me dio pero me siento bien, me siento lo suficientemente sano para jugar. Eso es lo que importa, y tengo que gestionarme durante el año para seguir disponible».
Lonzo disputó su último partido hasta el momento el 14 de enero de 2022. En aquel momento, los Chicago Bulls eran uno de los mejores equipos del Este en la clasificación, pero cayeron bastante en su ausencia y nunca han vuelto a desplegar ese nivel de juego.
(Fotografía de portada: Michael Reaves/Getty Images)