Lonzo Ball regresará a las canchas de baloncesto este mismo miércoles para medirse a los Minnesota Timberwolves. Una noticia que, durante mucho tiempo, pareció imposible de contar. Las expectativas en estos últimos meses, de hecho, mantuvieron la calma situando su vuelta a inicios de temporada, pero el mayor de los Ball hará su redebut con los Chicago Bulls en pretemporada.
El base lleva sin jugar un solo partido de baloncesto desde enero de 2022. Cuando unos problemas de rodilla en principio no demasiado alarmantes le envolvieron en una vorágine de dolor y recaídas permanentes. Todo ello acabó con Lonzo lanzándose al vacío en busca de una solución experimental. Una operación que se dio a inicios de 2023 y que utilizaba un trasplante de menisco y otras partes de rodillas ajenas con la improbable promesa de sanar la suya.
La respuesta no fue inmediata ni positiva per sé, pero finalmente Lonzo ha podido volver a ejercitarse durante este año 2024. No fue hasta hace unas semanas que Billy Donovan le pudo sumar con normalidad a las sesiones del equipo. Y ahora todo apunta a que estará listo para iniciar la nueva campaña con los Bulls.
Esto no quiere decir que Ball vuelva a para ser el increíble defensor y clínico director de juego que estaba siendo cuando llegó la lesión. Presumiblemente el mejor momento de su carrera. Pero en casos así, poder volver a pisar parqué y tocar balón en un entorno profesional es motivo de sobrada celebración. El miércoles será un día feliz en la NBA.
(Fotografía de portada de Michael Reaves/Getty Images)