Esa es la noticia. Más allá de las genialidades de Luka Doncic y de los focos que apuntan a Klay Thompson, si algo están demostrando estos Mavericks en lo poco que llevamos de temporada NBA es que han dado no uno, sino varios pasos al frente en defensa.
Los de Jason Kidd terminaron el curso 2023-24 siendo el undécimo peor equipo de la Liga al encajar hasta 115,6 puntos por partido, una situación a la que han dado por completo la vuelta al ser ahora el cuarto mejor de la 2024-25 al recibir solo 105,3 puntos por noche. Sí, por ahora han jugado solo seis encuentros, pero mejorar en 10 puntos a la hora de salvaguardar el aro propio no puede ser casualidad.
Repasando la trayectoria del presente curso, tenemos que solo una vez han recibido más de 110 puntos –fueron los Minnesota Timberwolves en la segunda fecha de la regular season– y que en la pasada noche dejaron a los Orlando Magic en únicamente 86. Para hacernos una idea de lo que han logrado miramos una vez más al curso anterior, cuando nunca consiguieron que un rival se quedase por debajo de 90 puntos.
Se dice que los ataques ganan partidos y las defensas campeonatos, algo que Dallas está poniendo en práctica desde primera hora. La idea no es vencer a base de canastas y más canastas, sino dominando al rival a ambos lados de la cancha. Para conseguirlo, los de Texas están controlando el balón de un modo excelente para promediar solo 12 pérdidas por partido y ser el cuarto mejor de la NBA en este apartado estadístico.
Y hay más, son también el tercer equipo que menos puntos recibe tras pérdida (13,2) y el quinto que igualmente menos puntos recibe en la pintura (42,7). Queda mucho por delante y las cosas pueden cambiar, pero sin duda han puesto las bases para que la temporada esté mucho más marcada por momentos de éxito que de fracaso.
(Fotografía de Sam Hodde/Getty Images)