Después de hacer la que, sin duda, entrará en el top-10 de asistencias de la temporada, Ja Morant nos dejó, en la derrota de ayer frente a Brooklyn Nets, la que puede ser la bandeja del año.
Ha vuelto de las sombras exactamente como se fue, con un físico que le invita a hacer barbaridades y con el sentido del espectáculo totalmente intacto.
Anoche cogió una jugada que vemos en la NBA muy de cuando en cuando y a la que jugadores como J.R. Smith, John Wall o DeMar DeRozan le han sacado bastante rédito en el pasado.
Hablamos de la bandeja tras un brinco de 360º. Aquí el atacante aprovecha su salto hacia el aro para incluir un giro completo en el aire ‘rotando alrededor del defensor’ como si de dos engranajes se tratasen. Un rectificado para superar la marca pero no de brazos sino de cuerpo entero.
Ja Morant ha llevado la acción a otro nivel de improvisación y estética. A todo lo de arriba le ha añadido un amago de mate, y ha sido con el brazo ya totalmente extendido para hundirla, cuando ha girado sobre sí mismo para finalizar a mano cambiada. Tremendo.
Dos 360º en cinco minutos: ¿cuál te gusta más?
Y ahora vamos con el colmo de la noche. Porque Morant no jugó la baza del 360º una sola vez ante Brooklyn sino que lo hizo por dos veces en un lapso de cinco minutos; ambas maravillosas y con Nic Claxton y Cameron Johnson figurando en los no-póster.
Y he aquí lo curioso y donde la subjetividad entra de pleno. Porque la que para este redactor es la bandeja más especial del año (y razón principal de este post), la NBA la coloca en un triste sexto lugar de entre las diez mejores jugadas de la noche, dándole el primer puesto, qué cosas, al otro de sus 360º (más fluido en su ejecución).
Podemos decir, en el peor (o mejor) de los casos, que Ja Morant nos ha dejado en un único encuentro dos de las finalizaciones junto al hierro más formidables que veremos en 2024. Porque esto también es NBA.
¿Con cuál de las dos os quedáis vosotros?
(Fotografía de portada de Luke Hales/Getty Images)