Ya no quedan equipos invictos en la Conferencia Oeste. Los Denver Nuggets se han encargado de que así sea tras doblegar a los Thunder por 124-122 y de recordar al mundo que los campeones de 2023 tienen aún bastante que decir. Y es que, mientras Nikola Jokic siga en la plantilla, parece que este es un equipo capaz de ganarle a cualquiera.
El pívot firmó una de esas actuaciones que solo parecen posibles en él, logrando una combinación estadística que llevaba de hecho sin registrarse desde que Oscar Robertson lo hiciera en 1965. Con 23 puntos, 20 rebotes y 16 asistencias, dominó el encuentro como viene dominando los anteriores y añadió otra noche colosal a un inicio de temporada que está rayando la perfección en lo individual. Pero, casi como excepción, esta vez estuvo por fin bien acompañado.
Y eso que esta era la noche que menos parecía prestarse a ello. Con Aaron Gordon lesionado para varias semanas y Jamal Murray de baja, era difícil imaginar a los de Malone teniendo lo suficiente para doblegar al que estaba siendo el mejor equipo de la conferencia (y quizás de la liga), pero supieron optimizar sus recursos como nunca hasta el momento. Michael Porter Jr. se encontró a sí mismo desde el triple y alcanzó los 24 tantos tras firmar un 6/10, también hasta los 24 se fue Christian Braun en la que fue su mejor noche de la temporada… Pero el gran socio de Nikola fue un hombre denostado por muchos pero aún con suficiente baloncesto en su cuerpo para ganarse el aprecio de otros tantos.
Russell Westbrook no está firmando un inicio de temporada ideal, pero sí puede considerarse que su actuación de esta madrugada no está muy lejos de la perfección. Al menos en su contexto actual. El base no solo anotó 29 puntos, sino que lo hizo con una gran eficiencia en sus lanzamientos de campo (10/15), incluido el tiro de tres (3/4), y añadiendo 6 asistencias y 6 rebotes, contribuyendo durante la primera mitad a que Oklahoma no terminara de irse en el marcador. Con sus acciones y su empeño cuando los suyos parecían tener todo cuesta arriba, se encargó de mantener con vida al equipo en sus peores momentos, haciendo viable la sorprendente remontada que llegaría en el tercer cuarto.
Esta tuvo lugar gracias a un demoledor parcial de 27-9, con el que los locales hicieron esfumarse una distancia que había sido de 16 tantos y que parecía cumplir todos los pronósticos con los que se llegaba al duelo. De la mano de Jalen Williams y Shai Gilgeous-Alexander, autores de 29 y 28 puntos respectivamente, OKC dominó el choque con cierta comodidad durante su primera mitad, pero no encontró la forma de lucir tan aplastante una vez que tuvo lugar la reacción de los de Colorado.
Watson como salvador
No obstante, la noche pudo acabar de forma muy diferente en la última posesión, en la que, después de que Peyton Watson fallara dos tiros libres que habrían sentenciado el duelo, los Thunder se hicieron con el balón con 124-122 en el marcador. Pero lo que Watson te da, Watson te lo quita. El ala-pívot enmendó su error y se redimió colocando un espectacular tapón a Shai en el último segundo, evitando la bandeja que habría llevado el choque a la prórroga y enderezando el rumbo de unos Nuggets que, tras un inicio muy complicado, empiezan a respirar con algo más de alivio.
(Fotografía de portada: Jamie Schwaberow/Getty Images)