Anoche, Grizzlies y Lakers tuvieron un partido más caliente de lo que podría indicar el marcador final (131-114 para Memphis). Las chispas saltaron especialmente entre LeBron James y Ja Morant. Con el primero regalándole el gesto de ‘demasiado pequeño’ con el base vencido en el suelo y, pocas posesiones después, Morant yendo a empujar a James tras una canasta. Por lo que recibió una falta técnica. «No me gustan», diría el base tras el encuentro.
El roce no viene de una infancia o adolescencia como aficionado contrario a todo lo que rodea a los Lakers. Uno de los equipos que más adeptos coleccionan alrededor del mundo, pero también detractores. Sino que ha nacido recientemente. «Nos eliminaron de playoffs [en 2023] y el año pasado venían a hablarme como locos cuando yo no podía jugar», explica el de los Grizzlies. «Supongo que esta noche no era el momento».
Preguntado específicamente por el episodio con James, Morant se muestra firma. «No me achanto ante nadie. Me da igual quién seas. Encesté y senté el tono. Misa compañeros se motivaron con eso y pudiste ver lo que pasó». El base acabó el encuentro con 20 puntos, 5 asistencias y 4 rebotes; pero los secundarios y banquillo de Memphis provocaron que no hiciese falta más. Quizás Morant tenga razón cuando apunta a cómo encendió la mecha de los suyos.
(Fotografía de portada de Justin Ford/Getty Images)