Los Bucks se han levantado. Tras un inicio de curso que apuntaba a tragedia, los de Wisconsin han tomado el pulso a la temporada hasta el punto de acumular ahora cuatro victorias consecutivas y seis en los últimos siete partidos. Tal racha les ha llevado hasta la sexta plaza de la Conferencia Este y a espantar los fantasmas, sobre todo porque la conexión entre Damian Lillard y Giannis Antetokounmpo está funcionando como nunca antes.
Así es. Lejos de esos momentos del curso pasado en los que parecían chocar entre sí en vez de compenetrarse, base y alero están haciendo grandes números mientras conectan una y otra vez entre ellos. Esa nueva dinámica no ha pasado desapercibida para nadie, menos para un Lillard que explica qué ha ido cambiando para que ahora luzcan tan bien juntos en pista.
«Creo que estamos llegando a un punto en el que dejamos de prestar atención a lo que dicen los demás. Se trata simplemente de mucha comunicación entre nosotros dos. No tiene nada que ver con que la gente diga: ‘Necesitan hacer esto o intentar aquello’. Cada uno ve algo cuando estamos en pista y a partir de ahí tenemos que usarnos mutuamente. Eso esta llevando a que nos encontremos en situaciones favorable y que además el resto se encuentre en el lugar adecuado para darles el balón», explica a Eric Nehm de The Athletic.
Lo cierto es que Milwaukee empieza a lucir bien. Las estadísticas de Lillard son casi calcadas a las de la campaña pasada, pero a nivel grupal no está teniendo nada que ver. Si mantienen esta línea pueden ser una verdadera amenaza en el Este; eso sí, aún lejos de Boston Celtics.
(Fotografía de Elsa/Getty Images)
