Cuando todo parecía a punto de desmoronarse —amenaza que continuará en el horizonte todo el curso—, Los Angeles Clippers están logrando aferrarse a la zona alta de la Conferencia Oeste. Ni la salida de Paul George ni el se fue a por tabaco de Kawhi Leonard han restado carácter competitivo a los angelinos, quienes sumaron este pasada jornada su undécima victoria ante unos Philadelphia 76ers a la deriva.
James Harden y Norman Powell —quien se ha perdido los últimos tres encuentros— están siendo los líderes ofensivos de los Clippers, quienes se están haciendo fuertes desde la defensa gracias a la incorporación, esta pasada temporada baja, de especialistas como Derrick Jones Jr. y Kris Dunn, y la presencia interior de Ivica Zubac.
Más allá de los nombres en bruto, el propio Harden destacó el ambiente que reina dentro del vestuario como catalizador del buen momento por el que está pasando el equipo. «Estamos mejorando y estamos comprendiendo quiénes somos», declaró el escolta, según recoge el medio The Athletic. «Entendemos que para tener una oportunidad de hacer algo, tenemos que dar la cara todas las noches. Y esa es la parte más ilusionante. Todos estamos felices por los demás. Sabemos que puede ser la noche de cualquiera. Nadie se molesta, todos estamos contentos por nuestros compañeros. Sabemos que las cosas no van a ser siempre perfectas y que no ganaremos partidos, pero, incluso cuando perdemos, quedamos satisfechos por las cosas buenas que hacemos».
Por su parte, el técnico Ty Lue sí concretó más las razones tras este éxito y aprovechó la oportunidad para lanzar un dardo. El coach aseguró que el hecho de saber qué jugadores estarán disponibles para jugar cada partido ha sido muy importante tras años lidiando con la incertidumbre del estado de salud de Kawhi Leonard y Paul George. «Hemos podido mantenernos sanos y unidos como un único equipo», afirmó Lue. «Sabemos quién va a jugar cada noche. Pero, ya sabes, lo necesitamos de vuelta [a Kawhi], sin duda».
(Fotografía de portada de Kevin C. Cox/Getty Images)
