Si los Suns van para arriba con el regreso de Kevin Durant, los Warriors viajan justo en dirección contraria, ya que tras caer en Arizona por 113-105 suman hasta cuatro derrotas consecutivas. La situación no es dramática, pero sí debe suponer un toque de atención para reaccionar y no dejar en anécdota el que ha sido un inicio de curso fantástico por parte de los chicos de Steve Kerr.
En cuanto al partido, lo cierto es que el dominio fue total por parte de Phoenix. Tras un muy buen segundo cuarto llegaron al descanso ganando por hasta 17 puntos, renta que manejaron sin sobresaltos en la segunda mitad ante unos Warriors que se acercaron a veces en el marcador, pero que en momento alguno fueron una amenaza real.
El máximo anotador del choque fue Devin Booker con 27 puntos, mientras que KD aportó un doble-doble de 21 puntos y 10 rebotes. Con este triunfo los Suns se colocan con un balance de 11-8, el cual les deja a un paso de colarse entre los seis primeros clasificados del Oeste, puestos que darán acceso directo a playoffs allá por el mes de abril.
Respecto a los Warriors, el regreso de Stephen Curry no fue suficiente para romper la mala dinámica. El dos veces MVP de la NBA cerró su actuación con 23 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias, números insuficientes para pelear por el triunfo. El mejor acompañamiento lo puso Andrew Wiggins con 18 puntos, mientras que Draymod Green aportó 13 tantos y 7 asistencias.
El triple, punto determinante
Si algo marcó la diferencia durante el partido eso fue el tiro exterior. Mientras los Warriors sufrían para acertar hasta el punto de quedarse en un 35 por ciento al firmar un 14 de 40, los Suns tuvieron una noche genial en esta faceta del juego convirtiendo 18 de sus 35 intentos, lo cual equivale a un 51,4 por ciento. Pintan bien los chicos de Mike Budenholzer.