Ayer Anthony Davis le dio el susto de la noche a los Lakers cuando tuvo que retirarse del encuentro por molestias en el tobillo. Esto sucedió antes del descanso y, al regreso de vestuarios, los reporteros insistían en que La Ceja ni siquiera estaba descartado para regresar al partido en la segunda parte. Finalmente no lo hizo, pero también se desestimó cualquier lesión de gravedad.
Se trata de una torcedura leve que incluso le permitía caminar sin ayuda ni cojera notable. De momento el equipo ha decidido situarle como cuestionable y revisar su estado día a día. El conjunto angelino juagará el próximo día 28 ante los Sacramento Kings.
Un Davis más sano de lo normal
Davis, conocido por sus problemas de lesiones en el pasado, solo se ha perdido un encuentro en lo que va de curso. Eso sí, jugó mermado con una fascitis plantar que hizo que bajase del nivel MVP al que comenzó el curso.
El año pasado ya fue muy positivo a este respecto, perdiéndose solo seis encuentros. Y aunque ayer lograsen levantar el partido en su ausencia y con un gran LeBron James y secundarios, Davis es de forma inequívoca la estrella de estos Lakers.
(Fotografía de portada de Darren Yamashita-Imagn Images)
