Atlanta tumba a los Bulls con un último cuarto histórico

Con 50 puntos en los últimos 12 minutos, los Hawks firmaron un final prodigioso que les valió un nuevo triunfo.

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Por Aitor Darias

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Con los Hawks perdiendo por 16 puntos a falta de cinco minutos y medio para el final de su partido ante los Bulls (110-126), no sería de extrañar que más de un aficionado hubiese apagado su pantalla y dado el choque por resuelto. Al fin y al cabo, ¿qué podía quedar por ver en un encuentro así? Pues nada menos que uno de los finales más locos que la NBA haya vivido nunca.

Atlanta no solo remontó el choque, sino que lo hizo de forma tan contundente que lo que parecía una derrota clara acabó convirtiéndose en un triunfo solvente y sin sufrimiento en el minuto final. Y todo ocurrió tan de repente que resulta difícil explicar cómo. De la absoluta nada, los de Georgia firmaron un parcial de 20-0 que puso patas arriba todo lo que se había visto hasta el momento, e incluso si Chicago llegó a cortar la hemorragia ya era demasiado tarde para contener el flujo ofensivo de un equipo renacido de sus cenizas. Mates, triples, alley-oops… Todo valía. Todo para ir sumando puntos a un marcador que fue creciendo hasta llegar a un 141-133 que nadie habría imaginado apenas unos minutos antes.

Masacre ofensiva

Esta absoluta explosión llevó a Atlanta a alcanzar los 50 tantos en el último cuarto, en el que literalmente doblaron la anotación rival (50-25). Trae Young, con 16, fue quien lideró la remontada y quien primero pareció creer en ella, echándose al equipo a la espalda con sus triples y sus pases para terminar con 27 puntos y 13 asistencias, pero no estuvo ni mucho menos solo. Jalen Johnson, máximo anotador del equipo con 30, sumó 11 en el cuarto parcial, mientras que De’Andre Hunter aportó 8 de sus 25, dando forma así a uno de los vuelcos más radicales que un partido haya dado nunca.

Porque lo cierto es que, hasta ese instante, el dominio de Chicago había sido bastante claro. Los Bulls dominaron el choque casi desde el principio, y asentaron su ventaja en torno a los dos dígitos durante casi todo el duelo, llevándola incluso hasta los 22 tantos en el tramo final del tercer cuarto. Pero todo ese buen trabajo quedó arruinado por un par de minutos de desconexión, que permitieron a Atlanta creer en lo imposible y ya no hubo forma de sacarles de la mente la idea de que podían llevase este partido.

El triunfo vuelve a situar a los de Snyder por encima del 50% de victorias (16-15), manteniéndose a solo medio partido de los puestos que dan acceso directo a playoffs. Y lo que es más importante, tras varias temporadas en el limbo, vuelven a lucir como un equipo que se ve capaz de llegar hasta ahí. Por fin, y más en noches como esta, se percibe ilusión de nuevo en Atlanta.

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