Los Sacramento Kings parecen haber dejado atrás las malas sensaciones que culminaron con el despido de Mike Brown. Tras haber sumado seis derrotas consecutivas, los californianos han respondido encadenando cuatro triunfos con los que reengancharse a la pelea por la postemporada y, sobre todo, recuperar confianza, algo que han conseguido especialmente esta madrugada. En ella, los de Doug Christie se han impuesto a los Warriors por un más que demoledor 99-129, dando motivos para creer de verdad en una posible recuperación.
Mandando en el marcador de principio a final y alcanzando una ventaja que llegó a ser de 39 puntos, no hay forma de argumentar que el dominio de los Kings no fue incontestable. El primer cuarto se cerró con un ya contundente 21-36, y aunque Golden State logró recortar la diferencia en el arranque del segundo, ese fue el único tramo favorable a los locales. De resto, un dominio visitante cada vez más arrollador hasta que vieron la bandera blanca ondeando en el otro lado.
Sin Fox
Esto ocurrió además a pesar de la ausencia de De’Aaron Fox, a quien los suyos apenas echaron de menos. Malik Monk, con 26 tantos y 12 asistencias, se encargó de asumir las riendas del equipo en el perímetro, mientras que Domantas Sabonis, como es habitual, cargó también con un importante peso desde la pintura y terminó con 22 puntos, 13 rebotes y 7 asistencias. Ambos se encargaron por tanto de comandar al equipo, aunque, lejos de hacerlo solos, contaron con una buena versión de muchos de los hombres de rol, que ayudaron a olvidar que el máximo anotador de la plantilla no estaba sobre la pista.
Kevin Huerter, acertado desde el triple, aportó 16 tantos desde el banquillo, desde donde también destacó un Devin Carter que terminó con 13. Además, el resto del quinteto titular llegó también a los dobles dígitos, con 12 para DeMar DeRozan y 11 tanto para Keegan Murray como para Keon Ellis.
Curry y…
No ocurrió lo mismo en los locales, en los que Stephen Curry tuvo bastantes problemas para encontrar apoyo. El base se quedó en 26 puntos pese a su gran efectividad (8/12), pues la defensa de Sacramento le impidió ser más agresivo y buscar más lanzamientos, pero también le impidió generar para sus compañeros. De hecho, se quedó sin repartir ninguna asistencia en toda la noche, algo que no le ocurría desde 2018, lo cual se debió en parte a las dificultades del resto de la plantilla para anotar.
Solo Andrew Wiggins, que terminó con 18, y Moses Moody, que convirtió tres triples para irse a los 13, tuvieron una aportación significativa, lo cual estuvo lejos de ser suficiente para seguir el ritmo de unos Kings resucitados. Unos Kings cuyo resurgir, de confirmarse, puede meter en problemas a Golden State, cada vez más cerca de verse fuera de play-in que de la clasificación directa a playoffs a pesar de haber iniciado el curso por todo lo alto.
