El calvario de los New Orleans Pelicans va poco a poco llegando a su fin. La franquicia de Luisiana, que en cierto punto de la temporada sufrió tal plaga de lesiones que se vio obligada a usar los quintetos más improbables que cualquiera pudiera imaginar, ha ido poco a poco recuperando efectivos, y el más importante se encuentra ya prácticamente listo. Nos referimos, por supuesto, a Zion Williamson, cuya vuelta a las pistas parece que podría producirse esta misma semana.
El ala-pívot regresó hace unos días a los entrenamientos, y el equipo lo ha incluido en la lista de dudas para el choque que los medirá hoy a los Minnesota Timberwolves, lo que podría hacer de este su primer encuentro desde el 6 de noviembre. E incluso si no lo es, este cambio en su estatus refleja una mejora en sus condiciones físicas, por lo que no parece que dicho regreso vaya a tener lugar más tarde de esta semana.
Zion empezó el año promediando 22,7 puntos, 8 rebotes y 5,7 asistencias, números con los que estaba ayudando a NOLA a firmar un inicio de curso que, lejos de ser ideal, era infinitamente superior a lo que estaba por venir. Y es que, tras sus problemas en el tendón de la corva, llegó una racha de 20 derrotas en 21 partidos que sepultó cualquier esperanza y que hundió al equipo en el pozo del Oeste, de donde tal vez sea ya tarde para salir.
De hecho, el problema para los Pelicans es que esta noticia llega ya con la temporada perdida. Con un balance de 7/29, no solo no hay esperanzas de remontar hasta el play-in, sino que no hay verdaderos incentivos para intentar ganar partidos y empeorar las opciones de hacerse con el número 1 de un draft que viene lleno de talento. Por lo que recuperar jugadores se antoja como una noticia no tan positiva desde esta perspectiva.
(Fotografía de portada: Nathan Ray Seebeck-Imagn Images)
