Dijimos que se le escapaba y se le escapó. Era una cuestión matemática, y el milagro de que volviera antes de lo previsto, no ha ocurrido.
Así pues, un jugador que por talento e impacto es un fijo en los All-NBA y aspirante anual al MVP (el cuál todavía no ha ganado… y veremos a ver), se queda este año sin lo uno ni lo otro.
Por su rendimiento, aunque no tan excelso como el de la temporada anterior, Luka Doncic estaba haciendo los méritos suficientes para aspirar al primero de los Quintetos Ideales (más lejos quedaba el MVP a tenor del ‘campañón’ de Nikola Jokic o Giannis Antetokounmpo).
Pero la distensión muscular sufrida el 26 de diciembre, por la que se calculó que estaría en torno un mes ausente, y sumado a los ocho encuentros que se había perdido ya, era tiempo de baja suficiente para no cumplir los rigurosos 65 partidos (y 20 minutos en cada uno) que impone la NBA para pugnar por los reconocimientos de:
- MVP de la fase regular
- Jugador Defensivo del Año
- Jugador Más Mejorado
- Quintetos All-NBA
- Quintetos Defensivos
En los 22 partidos que ha podido disputar en lo que va de temporada con los Dallas Mavericks, el base esloveno promedia 28,1 puntos, 8,3 rebotes y 7,8 asistencias, con un 46,4% en tiros de campo y un 35,4% en tiros de tres.
Otros jugadores en su misma situación
No es la única estrella que ha sufrido tal varapalo cuando sólo estamos a mediados del mes de enero.
Legítimos aspirantes a varios de estos premios ya se han quedado igualmente fuera de la pelea: Paolo Banchero, Joel Embiid, Kristaps Porzingis, Zion Williamson, Chet Holmgren, Kawhi Leonard, Franz Wagner y Brandon Ingram entre ellos.
Otros están en el alambre, sin apenas margen para volver a lesionarse o flirtear con el load management si es que les interesa ver su nombre en el cáliz (y las crematísitcas consecuencias en materia de extensión). Son Stephen Curry, Kevin Durant, Ja Morant, LaMelo Ball o Jimmy Butler.
Tampoco pueden despistarse, aunque tienen mayor margen, Jaylen Brown, Giannis Antetokounmpo, Damian Lillard, Kyrie Irving, Victor Wembanayama o Devin Booker.
Y es que 17 partidos, en dos esguinces y tres descuidos y medio, se los pierde uno en un santiamén.
(Fotografía de portada de Jerome Miron-Imagn Images)
