Nueva proeza de un eterno LeBron James

Con 42 puntos, 17 rebotes y 8 asistencias, el alero firmó un partido impropio de su edad. Uno más.

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Por Aitor Darias

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Hay dos máximas en la NBA. La primera, es que LeBron James es eterno y estará capacitado para regalar exhibiciones incluso a los 83 años. La segunda, es que sus cara a cara ante Stephen Curry nunca defraudan. Y si juntamos estas dos premisas en un Lakers vs. Warriors, el resultado solo puede darnos una cosa: magia.

El de Akron dominó un duelo memorable que acabó cayendo del lado angelino por 120-112, resultado que no se entiende sin su absoluto dominio de prácticamente todo lo que ocurrió. Con 42 puntos, 17 rebotes y 8 asistencias, el alero firmó su mejor partido de la temporada y firmó unos números sin precedentes para alguien de su edad. Y es que, aunque Michael Jordan también superó los 40 tantos a los 40 años, nunca lo hizo contribuyendo tanto en otros apartados.

Faltan los nuevos, están los de siempre

El encuentro estuvo marcado por el reciente mercado de traspasos, que dejó a los dos equipos algo cojos. Dado que ambos han estado involucrado en grandes movimientos, presentaron bajas sensibles puesto que están aún esperando la llegada de nuevos fichajes como Jimmy Butler o Mark Williams, o que los que ya están incorporados al equipo, como Doncic, reciban el alta.

Pero los que sí estuvieron fueron LeBron y Curry. Y eso, al menos hoy, bastó.

Inicio discreto

No obstante, nadie que viera solo el primer cuarto podía haber imaginado lo que estaba por venir. Curry, como el resto de sus compañeros, arrancó el choque un tanto dormido, mientras que los Lakers no necesitaron de un LeBron extraordinario para imponer su ritmo. Con una contribución bastante coral, los de Redick llevaron rápidamente la diferencia por encima de los 10 puntos y empezaron a lucir como un equipo muy superior, una tendencia que solo fue a más con la llegada del segundo periodo.

Fue en él cuando James tomó las riendas y decidió que esta era su noche para brillar. No solo fueron sus 18 tantos en 9 minutos, no solo fue su capacidad para poner a los Lakers 26 arriba. Fue también el cómo. Con el mejor tirador de la historia delante, se sacó de la manga cuatro triples prácticamente consecutivos que llevaron la locura al Crypto Arena, especialmente cuando, como si de una bandeja se tratara, se levantó desde el logo y firmó un triple de esos que Curry ha convertido en marca de la casa.

La invitación estaba servida. Solo faltaba ver si Curry le recogía el guante.

Rozando la hazaña

Y vaya si lo hizo. El base empezó a despertar al final de la primera parte, ayudando a los suyos a reducir ligeramente la distancia antes del descanso, pero fue en la segunda mitad y más concretamente en el último cuarto cuanto decidió llevar esto al terreno personal. Y con ello, casi consigue culminar una remontada de dimensiones épicas.

Antes, no obstante, sus compañeros le echaron una mano ayudando a Golden State a regresar al partido. Mientras en los Lakers LeBron se quedaba solo y la ofensiva comenzaba a atascarse, los visitantes empezaron a contar con pequeñas contribuciones que fueron reduciendo la diferencia a cuentagotas. Un par de canastas de Moody, un triple de Hield, varias acciones de Green… El partido era ya otro. De repente, el 90-79 con el que dio comienzo en el cuarto periodo parecía mucho más manejable.

Y ahí fue cuando Curry emergió. Con cuatro triples a cada cual más indefendible, sumó 19 puntos en el tramo final para irse hasta los 37 y poner en jaque a unos Lakers que empezaron a ver peligrar el triunfo. Pero que, no obstante, siempre tuvieron respuesta.

El temple de Reaves

Y es que si en el tercer cuarto los secundarios de los Warriors dieron un paso adelante, esta vez fue LeBron quien recibió una mano. Austin Reaves estaba firmando un encuentro muy discreto hasta el momento, y de hecho terminó con un pobre 4/17 en el tiro, pero su capacidad para forzar faltas y viajar a la línea de tiros libres dio oxígeno en más de una ocasión a los suyos. El escolta sumó 10 de sus 23 tantos en este cuarto y 8 llegaron desde el 4,60, enfriando la peligrosa irrupción de Curry y asegurando que la victoria se quedaba en L.A.

Otros protagonistas

Más allá de LeBron y Curry, que acapararon todos los focos, el duelo contó con varios hombres clave en diferentes aspectos. Dadas las mencionadas ausencias, ambas plantillas presentaban carencias que era necesario cubrir, y fueron jugadores de menos galones los que supieron llenar los huecos que habían quedado.

Vanderbilt se hace grande

Con Davis ya en Dallas y a la espera de Mark Williams, los Lakers se presentaron con un agujero en el puesto de pívot que Jaxson Hayes y Christian Koloko no fueron capaces de llenar por sí mismos. El apartado reboteador se presentaba como un potencial problema para los de Redick, que sin embargo contaron con el incansable Jarred Vanderbilt, cuyos 14 rebotes, sumados a los 17 de LeBron, permitieron a los locales ganar la guerra en los tableros.

La puntería de Hield

Sin ser el de principio de curso, Buddy Hield ayudó con sus triples a mantener con vida a los de Steve Kerr. A la espera de que Curry despertara, el bahameño firmó un 4/9 desde el perímetro con el que evitó que la falta de acierto exterior llegara a un punto dramático, alcanzando 15 tantos que le consagraron como segundo anotador visitante.

El despertar de Vincent

Gabe Vincent ha demostrado ser un jugador bastante útil en algunos momentos de su carrera, pero esto no es algo que haya ocurrido con frecuencia desde su llegada de Los Ángeles. No obstante, últimamente ha cuajado varias actuaciones interesantes, algo que sublimó esta madrugada al llegar a los 15 puntos y establecer su mejor marca anotadora de la temporada.

Estadísticas del partido

Estas han sido las estadísticas del encuentro:

Los Angeles Lakers

Nueva proeza de un eterno LeBron James

Golden State Warriors

Nueva proeza de un eterno LeBron James

Rendido a LeBron

Tras el choque, Redick no tuvo otro remedio que rendirse a la grandeza de LeBron James, poniendo en dimensión su actuación: «Nos hemos quedado sin palabras y sin superlativos para describir lo que está haciendo a esta edad y en este momento de su carrera. Sigue siendo algo a poner en valor».

(Fotografía de portada: Gary A. Vasquez-Imagn Images)

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