Stephen Curry firmó en Orlando una de las mejores actuaciones de su carrera. Con 56 puntos y 12 triples, ofreció un auténtico recital sobre el parqué del Kia Center, donde comandó a los Warriors a un triunfo por 115-121 que los acerca a puestos de playoffs.
Esta es la tercera ocasión en la que el base alcanza los 12 triples en un partido, igualando a su ex compañero Klay Thompson como el jugador que más veces ha llegado a dicha cifra. Esta vez necesitó 19 intentos, lo que significa que cerró el duelo con un acierto del 63,2% desde el perímetro.
Cinco de sus triples llegaron en la primera mitad, pero fue en el tercer cuarto cuando entró en verdadera ebullición y dio un giro radical al duelo para posteriormente sentenciarlo en el tramo final. Así, sigue confirmándose como el mejor tirador de la historia y firmando registros que tardarán mucho tiempo en alcanzarse.