Aunque lleve ausente desde finales de febrero. Aunque solo haya disputado 35 partidos. Aunque no haya podido ser quien fue a pesar de sorprender por su buen rendimiento. A pesar de todo, la historia de Lonzo Ball es una de las más bonitas de toda la temporada. Tras casi cuatro años en el dique seco, el mayor de los hijos de LaVar ha podido volver a jugar al baloncesto en la máxima élite. Todo gracias a una operación experimental que insertó partes del cartílago de otra persona en la zona de la rodilla que tantos quebraderos de cabeza le ha dado.
Ese cartílago pertenecía a Alex Reinhardt, un joven de 20 años que falleció en febrero de 2023 y cuya familia tendió su cuerpo a la ciencia como donante. Lonzo no ha sido el único al que Alex y su familia han servido de inmensa ayuda. Pero quizás sí el más famoso.
Ayer, con motivo del partido ante los Heat, Ball regaló entradas a los Reindhart (padre, madre, dos hermanos y futura nuera) para estar con ellos antes del encuentro.
A really special pregame ahead of tonight’s Bulls game. Lonzo Ball welcomed in the family of the donor for his knee replacement surgery.
— Kaitlin Sharkey (@KRoseSharkey) April 9, 2025
20 year old Alex Reinhardt passed away in February of 2023 and his family is here tonight for the special meeting with Ball. pic.twitter.com/twwanNxPds
«Ha sido muy emotivo», cuenta Angie, madre de Alex. «Estamos bendecidos con todos los que han recibido una donación de Alex. Las madres de algunos nos han agradecido mucho. Y ahora conocer a Lonzo… Es una bendición ver que la gente sana sus rodillas o lo que sea gracias a Alex. Ojalá estuviese aquí».
Fue hace unas pocas semanas que Ball quiso tener el detalle, avisando a su doctor de que quería conocerles. El mismo que se puso en contacto con la familia para darles la noticia. «Cambió mi vida», contó Lonzo delante de las cámaras y de la familia que tanto le ha dado.
(Fotografía de portada de Kaitlin Sharkey/X)