Ha sido la imagen de la noche en la NBA. La eliminación de Cleveland Cavaliers, equipo al que por ejemplo todos los analistas de ESPN daban por ganador ante Indiana Pacers, ha provocado un terremoto que ha dejado literalmente hundido a Donovan Mitchell, quien minutos después del final del quinto partido –104-115 a favor de los de Indianapolis–, seguía sin poder reaccionar.
El jugador franquicia de los Cavs quedó sentado en el banquillo, en silencio, en soledad. Le tocaba asumir lo ocurrido mientras sostenía su teléfono en las manos sin ser capaz de mirarlo. Gesto serio, mirada fija y una rabia contenida en un vestido de tristeza. El golpe ha sido inmenso y tal cual lo expresa. «Simplemente no podía creerlo. No quería creerlo. No quiero creerlo. Sigo sin querer creerlo».
Lo cierto es que todos los datos hacían pensar que Cleveland eliminaría a Indiana, pero claro, el baloncesto no son números. Los de Ohio comenzaron el curso con un 15-0, tuvieron tres rachas de 10 victorias consecutivas fueron primeros de la Conferencia Este con 64 triunfos… Es normal que confiasen ciegamente en llegar a las Finales, o el menos en competir de tú a tú con Boston por conseguirlo.
Ahora Indiana les ha clavado una daga en el corazón. Mitchell tiene claro que han decepcionado a muchísima gente. «Me encanta jugar en ese maldito pabellón. Esa energía, esa afición. Acabamos con 0-3 en casa, decepcionamos a la ciudad… Este lugar es especial. Este lugar es realmente especial y no lo logramos», comenta apesadumbrado.
Donovan Mitchell, siempre de frente
Donovan Mitchell podrá ganar o perder, pero siempre lo hará estando en primera línea y recibiendo los golpes. En la serie ante Indiana ha promediado 34,2 puntos, 5,8 rebotes y 3,8 asistencias, a pesar de jugar con una lesión en el tobillo izquierdo. Ya hablando del Game 5, firmó 35 puntos; eso sí, con un discutible 8 de 25 en tiros de campo. Pese a que hay mucho por analizar, el guard All-Star prefiere centrarse ya en un posible regreso triunfal.
«Hemos tenido muchas cosas positivas durante el año, pero no las aprovechamos. Ahora tenemos que usar esta motivación. Todos nos van a descartar», sentencia.
(Fotografía de Ken Blaze-Imagn Images)